De las lógicas y de los modos con que se componen los adverbios de estas tres instancias del ser como del trance entre la vida y la muerte. Naturalmente., de eso se ha fabricado un sentido común que constriñe la idea de alma. Espiritualmente, ahonda en las incertidumbres de las vacilaciones meditativas por las cuales un individuo se podría alejar del yo, Y realmente, la guillotina que hace de las otras dos el escándalo de la ciencia. Sin embargo, las tres, trenzadas como la rima de los tres tigres producen un estilo. Una estética del instante, una permanencia de la duda y una biología de la cultura. Quizá trayendo ese grandioso título de Cioran, La tentación de existir, estas tres bellas materias de una fórmula nos permitan re-lanzar el cohete al espacio que contiene el código de la humanidad. Cada una pensada en una relación, cada una en relación. Y con ellas nosotros vamos de lo genético a lo biológico, de lo sagrado a lo sereno, de lo sepultado a lo recobrado. El hilo de la secuencia se percibe con las imágenes artísticas que imprimen la forma de la tónica de los sufijos que las acompañan. ¿Nos hemos puesto a pensar cuál es la manera de construir tales valores del adverbio a nivel perceptivo?