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El presente artículo es el tercero de una serie de indagaciones que apuntan a problematizar la capacidad destructiva como esencia constitutiva de la subjetividad humana. Dicho objetivo parte fundamentalmente del trabajo clínico con pacientes denominados violentos. La escucha de estos pacientes permite dar luz al entendimiento de los fenómenos de la destructividad humana en todos sus contextos. Dado que pretendo moverme entre el microcosmos de la clínica y el macrocosmos de lo histórico-social, he utilizado la expresión “lado obscuro”[1] para referirme al núcleo destructivo de lo humano, tomando el término de la cultura pop[2].
En artículos anteriores expuse el problema de la representación de la destructividad ante la noción de vacío y nulidad. Tanto en el micro de la clínica como en el macro de lo social, las representaciones del lado obscuro corresponden a la maldad y se encarnan en la figura del monstruo. Tanto lo irrepresentable del instinto de muerte como sus precarias representaciones en la maldad y lo monstruoso provocan el horror, como la reacción más primitiva ante el peligro.
Bion[3] plantea que cuando los contenidos terroríficos son representados por el continente materno, estos son devueltos como representaciones susceptibles de ser pensadas, procesadas. Para ello es requisito que existan representaciones y referentes en el lenguaje para poder pensarlos. Los restos no codificados consolidan los objetos persecutorios, terroríficos de la posición esquizoparanoide kleniana y son proyectados en un afuera[4]. Propongo la posición esquizoparanoide como paradigma de la defensa ante el instinto de muerte, su escisión, negación, proyección y percepción paranoide con su consecuente representación en la maldad.
En la intimidad de la clínica el lado obscuro refiere a lo mortífero y destructivo conceptualizado desde el psicoanálisis como los instintos y las pulsiones de muerte: objetos bizarros, pulsiones de destrucción y pulsiones agresivas manifestadas en el caos del núcleo psicótico, la polarización, el odio, la envidia y en el narcisismo que en condiciones favorables, evolucionan constituyendo el superyó. El instinto de muerte debe evolucionar a lo largo del desarrollo a favor del instinto de vida. Se observan efectivamente fallas en la representación del instinto de muerte donde éste queda desligado y por lo tanto se manifiesta en el pasaje al acto violento. Este actuar el lado obscuro coloca al paciente como monstruo ante los demás y ante sí mismo. En otro registro de la clínica, se observa también como la violencia es ejecutada por el superyó contra el yo con la misma devastación. El superyó es el monstruo que habita en mi.
La pretensión de exiliar el odio y la maldad de lo humano exacerba su presencia, nubla su comprensión y provoca la violencia justificada hacia los agentes monstruosos en la lógica de la crueldad[5]. La propuesta planteada ante esta problemática es la escucha del monstruo desde la transferencia donde el monstruo pueda representar en la palabra sus deseos destructivos, su odio, su rabia, su envidia y demás componentes del lado obscuro. En la experiencia clínica, cuando el paciente logra hablar de estos elementos del lado obscuro, deja de actuarlos en mas autentico estilo freudiano.
En lo macro, he planteado que algunas representaciones del comic, otorgan imágenes que permiten pensar el mal y lo monstruoso desde otros lugares que no son el temor y la aversión. El caso principal es Hulk, el monstruo heroico.
¿Puede un Monstruo ser Héroe?
Hulk es el segundo superhéroe de Marvel Comics en la llamada Era de Plata en los años 60. Cabe indicar que antes de inventar historias de superhéroes, Stan Lee escribía historias de terror cuyos protagonistas eran monstruos. Hulk y su alter ego, Bruce Banner están inspirados en la historia de Dr. Jekyll y Mr. Hyde y en el monstruo de Frankenstein. En todas las historias de Hulk, tanto en las novelas graficas como en series de TV y ahora en el cine, es recurrentemente señalado como malvado por el miedo que genera su alta capacidad destructiva. El mismo Banner se considera un monstruo y decide aislarse sistemáticamente para no hacer daño.
Sin ahondar en las diferentes versiones del personaje, en la última adaptación que nos ofrece Marvel Studios[6] como parte de su proyecto Universo Cinematográfico Marvel[7], vemos un Hulk que ha evolucionado desde su primera película en 2008[8] hasta Infinity War diez años después. Resumiendo drásticamente, el Hulk del MCU deviene superhéroe al asumir su potencia destructiva desde una voluntad de poder.
Desde su nacimiento en 1962, Hulk ha participado en 6 series de cómics, 4 series de TV propias, participando también en cerca de 15 capítulos como personaje invitado de otras series animadas de superhéroes, y en 10 películas. A lo largo de 55 años se ha consolidado en el imaginario cultural occidental como el iracundo monstruo interno. En este tiempo ha habido muchos Hulks, sin embargo, para los fines del presente artículo, se tomará únicamente el personaje más actual que se desarrolla en la saga de películas de MCU. Pensando a Hulk como la encarnación monstruosa del lado obscuro se hará un análisis del personaje. A continuación se expone el Hulk del MCU como caso clínico, tomando cada película como períodos de un historial clínico en los cuales, Hulk, aparece y muestra algo de ese lado obscuro que encarna.
Primer encuentro con Hulk
El 13 de junio de 2008[9] se estrena “El Increíble Hulk”[10], protagonizada por Eduard Norton y Liv Tyler. Los créditos iniciales cuentan la historia conocida por los fans del origen de Hulk: Bruce Banner, científico del ejército norteamericano, tiene un accidente al ser expuesto a una explosión de rayos Gamma en su laboratorio. El accidente hace que Banner mute y se transforme en un monstruo verde iracundo que lo destruye todo. El monstruo huye, hiriendo a su novia, Betty Ross y generando que el coronel Ross jefe y suegro de Banner, lo persiga.
Banner huye y se exilia para no hacer daño. Bruce como el neurótico afligido se aísla ante su propia destructividad, buscando controlar y eliminar al monstruo en su interior. Su deseo es encontrar la cura y volver a ser normal. Es a través de Banner y su sufrimiento que conocemos a Hulk. Al igual que en la clínica, el monstruo es hablado por Otro. Un Otro que quiere eliminarlo. Un Otro que quiere curarse de él.
La primera aparición de Hulk en pantalla ocurre cuando a la mitad de una persecución en las favelas de Brasil, Banner es golpeado por un grupo de “bullies”. Él les advierte: “no te gustaré cuando me enojo” y ante su acelerado ritmo cardíaco, ocurre la monstruosa transformación. Monstruosa en el estricto sentido Kantiano: donde la experiencia excede su representación y la destruye. El Hulk excede todo: tamaño, proporción, ira, fuerza… Es monstruoso y colosal.
Tras esa primera aparición, Emil Bronsky, un militar que perseguía a Banner queda maravillado ante el poder del monstruo y se ofrece como voluntario para ser inyectado con un suero experimental transformándose al final en Abominación, el villano de la película. A diferencia de Banner que sufre en su posición masoquista ante el Hulk, Bronsky busca el poder que la destrucción le confiere. Encarna al Superyo Sadeano y se muestra como una cosa que ha perdido por completo su condición humana. El Mr. Hyde de la novela de Stevenson: el monstruo asesino que se deshumaniza.
Vale la pena ampliar un comentario sobre el monstruo Abominación quien aporta mucho sobre el lado obscuro y sobre todo ofrece el contraste entre el monstruo clásico y malvado versus el monstruo heroico. Bronsky busca ser Abominación desde la envidia primitiva que le genera el poder de Hulk. Esto lo hace un sociopata. En la teoría de relaciones objetales, la sociopatía es una de las formas más primitivas del odio; el engaño crónico con la búsqueda del sostenimiento del narcisismo primario, consistente en la explotación sistemática del objeto. Esta corresponde a la activación de la envidia.[11]
Klein considera la envidia, “la expresión oral-sádica y anal-sádica de impulsos destructivos, [que] opera desde el comienzo de la vida y tiene base constitucional”[12]. Plantea la distinción entre la envidia, los celos y la voracidad: “la envidia es el sentimiento enojoso contra otra persona que posee o goza de algo deseable, siendo el impulso envidioso el de quitárselo o dañarlo […] la envidia implica la relación del sujeto con una sola persona […] Los celos están basados sobre la envidia, pero comprenden una relación de por lo menos dos personas y conciernen principalmente al amor que el sujeto siente que le es debido y ha sido quitado o está en peligro de serlo por su rival […] La voracidad es un deseo vehemente, impetuoso e insaciable y que excede lo que el sujeto necesita y lo que el objeto es capaz y está dispuesto a dar. En el nivel inconsciente, la finalidad primordial de la voracidad es vaciar por completo […] su propósito es la introyeccion destructiva. La envidia, en cambio, no solo busca robar de este modo, sino también colocar en la madre maldad, excrementos y partes malas de sí mismo con el fin de dañarla y destruirla […] destruir su capacidad creadora. Este proceso… ha sido definido por mi […] como un aspecto destructivo de la identificación proyectiva que parte desde el comienzo de la vida.” [13]
Con base en lo anterior, la voracidad de Bronsky corresponde a los estratos más egoístas del sujeto humano. Aquello que Freud explicaba como la forma más primitiva del amor donde el objeto es destruido casi sin intención ya que más bien no es reconocido. La envidia que manifiesta Bronsky hacia Hulk corresponde al sadismo más primitivo, al deseo de venganza y destrucción del objeto a manera de desquite. Por otra parte, los celos de Hulk a Banner y viceversa resultan una versión desplazada de la envidia, donde el tercero culpable de robar el amor del objeto se convierte en el depositario del odio, salvando al objeto amado de la destructividad del instinto de muerte. La envida será la moción que despierte la culpa inconsciente en los inicios de la vida cuyo principal objetivo es el desarrollo de la tendencia a reparar .Las fallas ambientales en estadios primitivos de la vida complican la evolución natural de la envidia en culpa y la culpa en capacidad reparadora con la consecuente gratitud hacia el objeto por soportar las investiduras destructivas del bebe. Cuando esto ocurre, cuando el medio es hostil en realidad, las fantasías inconscientes se realizan y el instinto de muerte queda fijado a las mociones fundamentales. Esto es lo que observamos en Hulk.
Aún en la transformación reconoce a Betty y el vínculo con ella lo incita a reparar. La Bella y la Bestia en versión de superhéroes. El amor a la doncella apacigua la ira del monstruo y en su desenfreno, la salva y ella lo salva a él. El amor neutraliza el odio. A pesar de esto y de su victoria contra la Abominación, Hulk huye y desaparece durante cuatro años.
¿Qué nos dice este primer Hulk? Se muestra furioso y solo gruñe. Es un monstruo infantil, primitivo. “Lo que lo salva de ser un villano es que solamente quiere que lo dejen en paz, no quiere ser lastimado y actúa desde su instinto de supervivencia[14]. El gruñido de Hulk es el grito de la existencia.. simplemente duele estar vivo[15].
El dolor de existir remite al vacío caótico del origen. La ausencia de un continente materno provoca el temor a la aniquilación del instinto de muerte. Hulk destruye como defensa ante el dolor de su propio existencia arrojada al mundo. El es un accidente, no fue deseado. Huérfano arrojado al mundo creado como accidente científico…. resto de un ser… trozo de carne rechazado por su propio creador: Bruce Banner.
Hulk odia a Banner. Banner teme a Hulk y busca sistemáticamente mantener el control y eliminar al monstruo. Hulk se sabe perseguido por Banner, sabe que quiere eliminarlo y aunque la existencia duela, Hulk se aferra a vivir.
Freud plantea que “El yo odia, aborrece y persigue con fines destructivos a todos los objetos que se constituyen para él en fuente de sensaciones displacenteras, indiferentemente de que le signifiquen una frustración de la satisfacción sexual o de la satisfacción de necesidades de conservación. Y aun puede afirmarse que los genuinos modelos de la relación de odio no provienen de la vida sexual, sino de la lucha del yo por conservarse y afirmarse”.[16] Este es el odio que Hulk nos muestra.
Banner es víctima de su esquizoparanoia. Y Hulk lo odia por eso. Banner quiere destruirlo y Hulk no lo permitirá. Su odio parte de la ira y el dolor. “El temor primordial de ser aniquilado [por el instinto de muerte dentro de nosotros] fuerza al yo a la acción y engendra las primeras defensas”[17]. La diada paranoia/violencia constituye la primera representación del instinto de muerte. El miedo al objeto persecutorio deviene en odio, el cual activa la pulsión destructiva en forma de violencia. La violencia de Hulk y su odio a Banner y al mundo parte de ser el depositario del objeto persecutorio no solo de Banner sino de todo aquel con el cual se topa. Todos menos Betty y Bronsky se aterrorizan ante él proyectandole sus representaciones persecutorias y exaltando su odio.
Betty se acerca y no se horroriza ante él. Sin embargo, ella es la novia de Banner y a quien busca es a Banner en Hulk. En ese sentido es una traidora ya que no desea a Hulk, sino a Bruce. Bronsky por su cuenta, al igual que Ross, desean la fuerza del monstruo. No lo ven como un ser sino como un arma. Una cosa. Un fetiche. Estos primeros objetos sólo exacerban el odio. La forma extrema y más primitiva del odio consiste en la violencia, conceptualizada como la eliminación física del objeto en la realidad[18]. ¿Cómo se puede no odiar cuando el mundo te tiene miedo y huyen de ti? ¿Cuándo quienes conocen tu secreto buscan utilizarte para sus propios intereses?
Bruce desaparece y con el Hulk. Como el adolescente que abandona el tratamiento porque sus padres ya no quieren que haga terapia. Banner se exilia y aísla a Hulk del mundo. Como los pacientes violentos que se hacen abandonar por todos. Sea en el acting (alejando a la gente) o en la aparente conciencia de que ellos solo saben dañar a las personas, es altamente frecuente encontrar en la clínica de la violencia grandes períodos de aislamiento del paciente.
Ahí donde el objeto “falla”, el instinto de muerte se “activa” incitando al retraimiento en lo que el psicoanalista británico Ronald Fairbain[19] denomina alienación (alienation) que implica el retorno de la catexia sobre sí mismo[20]. El estado esquizoide consiste en la alienación del sujeto del mundo de los objetos, retracción narcisista, dominio del instinto de muerte, retorno a lo inanimado. En el contacto con el objeto, los instintos cobran una representación en el psiquismo deviniendo pulsiones. De manera que el aislamiento de Banner solo exacerba la ira de Hulk, quien aguarda el momento de salir de nuevo al mundo.
Ser un vengador: El encuentro con Tony
En mayo de 2012, se estrena la película Avengers[21]. En este film, Natasha Romanoff, la espía rusa conocida como la Viuda Negra recluta a Bruce Banner (ahora interpretado por Mark Buffalo) por ordenes de Nick Fury (director de S.H.I.E.L.D. y reclutador de los Avengers). Natasha explica a Bruce que nunca le han perdido la pista y que silenciosamente han contribuido a su anonimato. Lo solicitan como experto en rayos Gamma para rastrear el Teseracto. Banner no cree que Fury se interese en él, asume que lo que buscan es al monstruo, sin embargo acepta acudir al llamado.
Desde este momento se dejan ver un par de líneas argumentales que definirán al personaje en los años por venir. La relación de Banner, el hombre con la espía rusa, representante de la monstruosidad femenina: la asesina sicaria reclutada por S.H.I.E.L.D. Por otra parte, la disociación entre Bruce el científico y Hulk el monstruo y la rivalidad entre ambos por el deseo del otro. Bruce supone que lo utilizan para tener a Hulk. En su momento Hulk se sentirá utilizado también para acceder a Banner.
La posición de Banner es nuevamente neurótica, desde la pregunta histérica se plantea ¿qué quiere el Otro de mi? Donde el Otro es Nick Fury representado por Natasha quien es su agente. La pregunta abre la posibilidad transferencial para Banner y su apertura a un mundo que lo mirará con admiración y respeto en vez de envidia o temor. Lo que Bruce encuentra en los Vengadores es la mirada de un otro que integra su dualidad, que desea a Bruce pero también a Hulk: la mirada de Tony Stark.
El encuentro entre Tony y Banner es simplemente entrañable:
TONY Y BANNER SE SALUDAN DE MANO. SE NOTA LA MUTUA ADMIRACIÓN.
Tony Stark (IronMan): Encantado de conocerlo Dr. Banner. Su trabajo en la colisión de anti electrones es sin paralelo. Y soy un gran fan de la manera como pierde el control y se convierte en un enorme y furioso monstruo verde.
Bruce Banner: Gracias[22]
Stark, el narciso, el heredero del legado de Howard Stark, admira a Banner como científico brillante y a Hulk como monstruo poderoso. El mismo Stark tiene su propia monstruosidad y ha luchado con sus demonios. ¿Que ve Tony en Banner? ¿Qué quiere de él? Su deseo histeriza a Banner y retoma la humanización del monstruo que en un primer contacto se diera con Betty Ross.
En la relación con Tony, Bruce y Hulk encuentran una posibilidad de escucha. Ambos son reconocidos e integrados por la mirada deseante de IronMan. Su función aquí permite un despliegue transferencial que le permite a Bruce reconciliarse con su monstruo y ponerlo al servicio del equipo, mostrándose como el vengador más poderoso.
La experiencia de Banner en su transformación voluntaria es un acto de la voluntad de poder. Ya nos se oculta ni somete al monstruo. Lo llama, lo asume y le da sentido. Lo sublime apunta a la soberanía sobre el cuerpo monstruoso que también es Banner. Y adquiere lenguaje. Hulk habla porque IronMan lo ha escuchado y ha validado su existencia.
Steve Rogers (Capitán América): Stark, lo tenemos
Tony Stark (IronMan): A Banner?
Steve Rogers (Capitán América): Si, Tal como dijiste
Tony Stark (IronMan): Dile que se prepare que llevo la fiesta con ustedes
UN ENORME MONSTRUO ALIENÍGENA GIRA HACIA ELLOS
Steve Rogers (Capitán América): Dr. Banner, este es un buen momento para que usted se enoje.
Bruce Banner: Ese es mi secreto Cap, yo siempre estoy enojado
DICIENDO ESTO SE TRANSFORMA Y ANIQUILA AL MONSTRUO ALIENÍGENA[23]
Al final de la película, Bruce y Tony se van juntos. El monstruo ya no está solo. El monstruo y el narciso se hacen compañía y comparten su pasión por la ciencia y sus deseos de omnipotencia.
En mayo de 2015 se estrena Avengers, Era de Ultron[24] donde vemos que Tony y Bruce siguen juntos y Banner ha aprendido a manejar a Hulk con ayuda de Natasha quien calma al monstruo para hacer volver al hombre. También sabemos que han construido un dispositivo llamado Verónica (nombre de mujer) por si acaso Hulk se saliera de control.
Juntos Tony y Banner generan un nuevo monstruo: Ultron, un Frankestein cibernético. Banner al igual que Dr. Jekyll se accidentó liberando su propio monstruo interno en la búsqueda de una formula mágica. Un fetiche que les permite borrar la castración. Y como Lucifer y Prometeo, pagan su soberbia con el cuerpo. Jekyll se mata pero Banner lo intenta de nuevo, seducido por Tony en su estrés post traumático. Ambos se fascinan con la gema de la mente, falo extraterrestre y suponen en su omnipotencia compartida poder manejar ese poder al servicio de la paz. Y dan vida a Ultron, sin pizca de empatía, amo sádico, el sociópata perfecto: abominación sin cuerpo.
Tony Stark (IronMan): Sé lo que todos van a decir, pero ya lo dicen. Somos científicos locos. Somos monstruos, amigo. Tienes que asumirlo. Hagámoslo.[25]
En su obsesión por la corporalidad, Ultron construye al androide Visión. Otro monstruo… uno bello, diseñado desde la vanidad de su creador. En paralelo, Banner coquetea con Natasha explorando su sexualidad. Un coqueteo infantil condenado a la imposibilidad genital y la imposibilidad reproductiva. Banner histérico nuevamente. Ante la imposibilidad reproductiva en el amor con una mujer, crea dos monstruos con otros dos varones: Tony y Thor, triunfo del narcisismo, denegación de la castración y de la diferencia de los sexos.
Al final de la película, Natasha traiciona a Banner ya que requiere a Hulk el monstruo y no al hombre para la batalla final contra Ultron. Frente a esta decepción, Hulk huye nuevamente. ¿Por qué huye Hulk? Banner huyó por culpa al herir a Betty y después por vergüenza al ser visto destrozando Harlem. Culpa y vergüenza, diques neuróticos de la represión[26]. Pero en Avengers Era de Ultron, quien huye no es Banner, es Hulk. El monstruo huye por despecho y desamor, al sentirse utilizado y negándose a regresar al cuerpo de Banner. Hulk de apodera del cuerpo y se mantiene “en el volante” durante tres años.
En la evolución del instinto de muerte una vez superada la paranoia de los primeros estadios, se aprecia el sadismo, donde el sufrimiento del objeto provoca un profundo goce inconsciente como ocurre en las estructuras sadomasoquistas de la personalidad[27]. Es lo que observamos en Bruce Banner como miembro del equipo de Vengadores. En este caso, las representaciones destructivas se encuentra erotizadas. En personalidades neuróticas, el sadismo se representa como control “deseo de dominar al objeto, en una búsqueda de poder sobre él”[28] estableciendo la diada poder/sumisión. En la erotización de los vínculos con Tony y Natasha, Bruce establece su sadismo hacia Hulk ejerciendo el control sobre él.
El Hulk de estas películas es un monstruo que después de mostrar su heroísmo y voluntad de poder se deja domesticar. Como el niño de la etapa anal, se deja controlar por sus objetos de amor para mantener ese amor: Tony, Thor, Natasha, Cap, el mismo Banner están dispuestos a aceptar y amar a Hulk siempre y cuando se comporte y se auto regule utilizando su destructividad y su furia al servicio del bien.
El sadismo “puede tomar la forma de una identificación racionalizada con un superyó estricto y punitivo […] Desde luego, en este nivel el odio tiende un puente hacia las funciones sublimatorias de la afirmación agresiva valerosa al servicio del compromiso con ideales y sistemas éticos”[29] en un esquema de representaciones que subliman la destructividad al servicio del bien común.
En este nivel se observan dos manifestaciones: la depresión y el juicio moral. En la depresión, el odio del superyó es dirigido cruelmente contra el yo expresando una autocrítica exacerbada, autodevaluación y sobre todo culpa. El Hulk que huye tiene una mirada triste. Se niega a escuchar el mensaje de Natasha porque sabe lo regresara al cuerpo de Banner. Comprende tristemente que Natasha no lo ama, ella, como los otros, aman a Bruce, no a él.
Planeta Hulk
No volvemos a ver a Hulk hasta noviembre de 2017, en la película Thor Ragnarok[30]. Nos enteramos que en su exilio, Hulk llega a otra dimensión, en el planeta Sakkar. Ahí es recibido con entusiasmo y se consagra como máximo gladiador. El Gran Maestro, líder del planeta ve en Hulk, al igual que Tony, su poderío y fortaleza. Ante el reconocimiento de este nuevo narciso, Hulk madura y consolida su personalidad. En otro tiempo y en otro mundo con otros parámetros morales, el monstruo es nuevamente heróico.
Thor encuentra a Hulk en Sakaar y le pide ayuda para rescatar a su gente: el pueblo de Asgard. Inicialmente Hulk se niega. Él no quiere ir a ningún lado, es muy feliz ahí. La gente lo ama, tiene amigos, su destructividad le ha ganado un lugar y nadie conoce a Banner, por lo tanto las miradas son solo para él.
Hulk No eres mi amigo, eres amigo de Banner
Thor ¡No soy amigo de Banner! ¡Te prefiero a ti!
Hulk Amigo de Banner
Thor ¡A mí ni me cae bien Banner! Siempre con números y ciencia y cosas
Hulk Thor irse, Hulk quedarse[31]
Vemos un Hulk que revela la naturaleza ingenua e infantil de su ser. Desde esa ingenuidad, cae en el engaño de Thor quien solo busca su propio beneficio. Tratando de mantener a su amigo con él, escucha accidentalmente la grabación de Natasha dando salida a Banner.
Este Banner desorientado teme perderse por completo si vuelve a transformarse en Hulk. El monstruo ha cobrado su venganza al arrebatarle el control a su sádico amo. Frente a Thor, Banner presenta la misma desconfianza que Hulk y muestra su rivalidad con su alter-ego.
Bruce Banner Espera, ¡tú solo me utilizas para tener al Hulk !
Thor ¡¿Qué?! ¡No!
Bruce Banner ¡Qué desagradable! Yo no te importo. No eres mi amigo.
Thor ¡No! A mi ni me cae bien el Hulk. El solo “aplasta, aplasta, aplasta”. Te prefiero a ti.
Bruce Banner Gracias
Thor Pero siendo honesto, cuando hay que luchar contra seres malvados él es muy poderoso y útil.
Bruce Banner ¿Sí? Pues Banner es poderoso y útil también.
Thor ¿Lo es?
Bruce Banner ¿Cuantos doctorados tiene el Hulk? Cero. ¿Cuántos doctorados tiene Banner? Siete. [32]
Finalmente, Banner debe ceder ya que solo Hulk puede ayudar a Thor en la batalla que supuestamente detendrá el Ragnarok. Al final de la película, vemos a Hulk reunido con sus amigos de regreso a la Tierra. Seguro de ser un vengador y sintiéndose nuevamente amado y valorado por los dioses Asgardianos. Por fin parece un final feliz para el monstruo.
La venganza de Hulk
Esta vez solo tenemos que esperar seis meses para ver a Hulk nuevamente en pantalla. En mayo de 2018, Avengers: Infinity War[33] inicia justo donde termina Thor: Ragnarok. La nave Asgardiana es atacada por el Titan Thanos, quien desea apoderarse del Teseracto en posesión de Loki. Tras aniquilar al pueblo de Asgard y atrapar a Thor, Thanos obtiene el Teseracto y con él la gema del espacio. Asesina a Loki, y revela su malévolo plan: reunir las gemas del infinito en su guante y con ese poder aniquilar la mitad de la existencia del universo. Hulk lo enfrenta directamente pero es enviado mágicamente a la Tierra por Heimdall para avisar a los Vengadores que Thanos está en camino.
Al aparecer en la tierra, Hulk se transforma nuevamente en Bruce Banner, quien alerta al Dr. Strange y a IronMan de los planes de Thanos. Los Vengadores se ensamblan de nuevo y en pleno ataque contra los secuaces de Thanos que buscan arrebatarle al Dr. Strange la gema del tiempo, Hulk se niega a aparecer. Banner hace lo imposible por transformarse y no lo logra. A lo largo de la película vemos a todos los superhéroes rogarle a Banner que desate al Hulk sin que este lo logre. En algún momento vemos una pseudo transformación donde Hulk solo aparece para gritar un “¡NO!” rotundo negándose a ayudar a sus amigos en la gran batalla. Banner se ve en la necesidad de utilizar el HulkBuster, una armadura creada por él y Stark para controlar al Hulk. El monstruo heroico brilla por su ausencia y los héroes pierden dramáticamente la batalla y con ello la mitad de la existencia del universo es aniquilada.
¿Qué pasa con Hulk? ¿Por qué no atiende el llamado a la batalla más importante que han librado los Vengadores? Aunque no lo diga, me parece sencillo deducirlo. Está harto de ser utilizado. Su negativa a luchar es su venganza. Durante años Banner lo ha controlado sádicamente como un animal amaestrado que aparece para las batallas y desaparece (con ayuda de la seductora Natasha) para la vida real. Y esta vez, se niega a pelear las batallas que Banner no puede ganar.
Es tal vez también una venganza hacia sus amigos Vengadores quienes también lo han utilizado todo este tiempo. Tal vez el año que entra, en el estreno de Avengers: Héroes caídos[34], veamos a los superhéroes apreciar realmente al monstruo y reconocerle su lugar.
En Duelo y Melancolía, Freud plantea que “suelen lograr los enfermos, por el rodeo de la autopunición, desquitarse de los objetos originarios y martirizar a sus amores por intermedio de su condición de enfermos, tras haberse entregado a la enfermedad a fin de no tener que mostrarles su hostilidad directamente”.[35] La negativa de Hulk a pelear es rodeo de autopunición, ya que él mismo se castiga al no salir a la luz. En este sentido, el masoquista es ahora Hulk.
En otros textos[36],[37], Freud plantea la autoagresión como mecanismo de defensa para proteger al objeto del odio del yo. Así mismo cuando el odio toma como objeto al yo implica una regresión narcisista desde la cual también se agrede al objeto pasivamente. El masoquismo es entonces una defensa y un castigo ante el sadismo originario. “La reversión del sadismo hacia la persona propia ocurre regularmente a raíz de la sofocación cultural de las pulsiones, en virtud de la cual la persona se abstiene de aplicar en su vida buena parte de sus componentes pulsionales destructivos”[38]. Habrá que esperar la proxima aparición del monstruo para poner a prueba la hipótesis de un masoquismo en Hulk, el cual supondría también la presencia de un Superyo edípico.
[1] No me refiero al lado obscuro del cual habla Elizabeth Roudinesco en su libro Nuestro lado obscuro: Historia de los perversos. Si bien comparto algunas perspectivas sobre la obscuridad de las perversiones, y su lugar central en el psiquismo, yo apunto más allá de la perversión, al instinto de muerte como potencia destructiva.
[2] “El miedo es el camino al lado obscuro… el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento” George Lucas. La amenaza fantasma. http://www.imsdb.com/scripts/Star-Wars-The-Phantom-Menace.html. Consultado el 5 de enero de 2018.
[3] Las impresiones sensoriales y experiencias emocionales no trasformadas se denominan elementos beta. Estos elementos son vividos como cosas en sí, insusceptibles de ser representados. Las experiencias a las que refieren estos elementos beta son aquellas cargadas por el instinto de muerte que por su contenido insoportable son evacuados a través de la identificación proyectiva. Si la madre en tanto objeto en la realidad es capaz de contener y elaborar las ansiedades primitivas del infante, le devuelve estas impresiones como elementos alfa. Esto requiere del infante la tolerancia a la frustración que Bion considera parte innata de la personalidad como derivado del instinto de vida. La contención materna y la capacidad de tolerancia permite al psiquismo activar la función alfa por sí mismo para generar primero alucinaciones (reverie o ensoñación), luego signos y símbolos y posteriormente protopensamientos que le permiten diferir la satisfacción del instinto. W. R. BION, A Theory of Thinking. En: Second Thoughts, Selected papers on Psycho-Analysis., Londres, William Heinemann Medical Books, 1967. pp. 110 – 119. El resumen y la traducción son mías; las negritas son mías.
[4] Melanie Klein utiliza el término esquizoparanoide para determinar el estadio en el cual para protegerse del instinto de muerte, el psiquismo necesita separar y negar este instinto del vital. Para separarlos y preservar su existencia, escinde los objetos del mundo y se escinde a sí mismo: objetos buenos cargados de instinto de vida y objetos malos cargados de instinto de muerte. El sí mismo bueno y el objeto bueno en el exterior son idealizados como pareja amorosa absolutamente libidinizados. Los objetos malos son negados y proyectados al exterior en la ausencia del objeto bueno, donde se fantasean como perseguidores generando la paranoia y su consecuente violencia hacia el objeto persecutorio en aras de su destrucción para preservar a los objetos buenos. Melanie Klein, Obras Completas, vol. 3, Notas sobre algunos mecanismos esquizoides. Buenos Aires: Paidós, 1994.
[5] Joan-Carles Mèlich, Lógica de la crueldad, Barcelona: Herder, 2014.
[6] Se analiza el personaje del Universo Cinematográfico Marvel debido al impacto mediático que éste tiene. Las representaciones de Hulk en los comics o en TV es identificada por los conocedores de estos medios, sin embargo, el impacto mediático del MCU hace que Hulk tome su lugar en el imaginario cultural de un mass media contemporáneo.
[7] El Universo Cinematográfico de Marvel (en inglés Marvel Cinematic Universe, abreviado MCU) es una franquicia de medios y un universo ficticio compartido, centrada en una serie de películas de superhéroes, producidas independientemente por Marvel Studios y basadas en los personajes que aparecen en las publicaciones de Marvel Comics.
[8] Existe una película previa en 2003, dirigida por Anf Lee, protagonizada por Eric Bana, pero esta producción no forma parte del MCU.
[9] un mes después del estreno de Ironman, la primera película del MCU
[10]The Incredible Hulk. (2008). [DVD] Marvel Studios: Louis Leterrier.
[11] Otto Kernberg, La agresión en las perversiones y en los desordenes de la personalidad, Buenos Aires: Paidós, 2004. p. 49.
[12] Melanie Klein, Envidia y gratitud. En: Obras Completas, Vol. 3. Buenos Aires: Paidós, 1994, p. 181.
[13] Melanie Klein, Envidia y gratitud. p. 186-187.
[14] Anthony Mills. American Theology, Superhero Comics, and Cinema. The Marvel of Stan Lee and the Revolution of a Genre. Routledge. New York, 2014. p 120
[15] Danny Fingeroth. Superman on the coach. what superheroes really tell us about ourselves and our society. Bloomsbyry, New York 2014. p 126
[16] Sigmund Freud, Pulsiones y destinos de pulsión. En: Obras Completas, vol. XIV, 2° ed. Buenos Aires: Amorrortu 1997. p 132.
[17] Melanie Klein, La influencia mutua en el desarrollo del yo y el ello. En: Obras Completas, Vol. 3, Buenos Aires: Paidós, 1994p. 66.
[18] Kernberg Otto. La agresión en las perversiones y en los desordenes de la personalidad, p. 49.
[19] Lavinia Gómez, Ronald Fairbain: The dynamic structure of the self. En: An Introduction to Object Relations, Capítulo 3:, Londres: Free Association Books, 1997, pp.54-79.
[20] Andre Green denominará a esta misma observación el narcisismo de muerte o narcisismo negativo.
[21] The Avengers. (2012). [DVD] Marvel Studios: Joss Whedon.
[22]Joss Whedon. The Avengers http://www.imsdb.com/scripts/Avengers,-The-(2012).html Consultado el 5 de enero de 2018
[23]Joss Whedon. The Avengers http://www.imsdb.com/scripts/Avengers,-The-(2012).html Consultado el 11 de julio de 2018
[24] Avengers: Age of Ultron. (2015). [DVD] Marvel Studios: Joss Whedon.
[25] Avengers: Age of Ultron. (2015). [DVD] Marvel Studios: Joss Whedon.
[26] Sigmund Freud, Tres ensayos para una teoría sexual. En: Obras Completas, vol. V, 2° ed. Buenos Aires: Amorrortu 1997. p 132.
[27] Kernberg, La agresión en las perversiones y en los desordenes de la personalidad, p. 50.
[28] Kernberg, La agresión en las perversiones y en los desordenes de la personalidad, p. 50.
[29] Kernberg, La agresión en las perversiones y en los desordenes de la personalidad, p. 51.
[30] Thor: Ragnarok. (2017). [DVD] Marvel Studios: Taika Waititi.
[31] Thor: Ragnarok. (2017). [DVD] Marvel Studios: Taika Waititi
[32]Thor: Ragnarok. (2017). [DVD] Marvel Studios: Taika Waititi
[33] Avengers: Infinity War. (2018). Marvel Studios: Anthony &Joe Russo
[34] Avengers: Fallen Heroes. (2019). Fecha programada de lanzamiento: 3 de mayo 2019. [En Postproducción] Marvel Studios: Anthony & Joe Russo
[35] Sigmund Freud, Duelo y melancolía. En: Obras Completas, vol. XIV, 2° ed. Buenos Aires: Amorrortu 1997, p. 249.
[36] Sigmund Freud, Pegan a un niño. Contribución al conocimiento de la génesis de las perversiones sexuales. En: Obras Completas, vol. XVII, 2° ed. Buenos Aires: Amorrortu 1997, pp. 173 – 200.
[37] Sigmund Freud, El problema económico del masoquismo. En: Obras Completas, vol. XIX, 2° ed. Buenos Aires: Amorrortu 1997, pp. 161-175.
[38] Freud, El problema económico del masoquismo, p. 175.
Laura Elena Ferrón. Licenciada en psicología, UNAM. Maestra en estudios psicoanalíticos, Universidad de Sheffield, Inglaterra. Ha sido docente e investigadora en diversas instituciones de licenciatura y posgrado en psicología y psicoanálisis. Trabajó en Control de Confianza en PGR y en el INM. Participó en el curso virtual de Psicología Forense Especializada en Niñas, Niños y Adolescentes impartido por la Suprema Corte de Justicia, UNICEF y la ODDI. Actualmente colabora en peritajes en ATIJ-ILEF, ejerce como docente y en la consulta privada.