W o el recuerdo de la infancia de Georges Perec

Libros

Aline Lavalle Henaro

Tengo tres años. Estoy sentado en el centro de la pieza, en medio de periódicos yiddish esparcidos por el suelo. El círculo de la familia me rodea: la sensación de estar rodeado no está acompañada en mí de ningún sentimiento de opresión o de amenaza; al contrario, es protección cálida, amor: toda la familia, la totalidad, la integridad de la familia está allí, reunida alrededor del niño que acaba de nacer (pero ¿no he dicho hace un momento que tengo tres años?) como una barrera infranqueable.

Georges Perec es para mí uno de los autores modernos con grandes posibilidades de trascender no sólo por su don literario sino por la capacidad para retratar la complejidad de los recuerdos que crean vida a través de juegos de palabras, de figuraciones retóricas y con fórmulas aritméticas puestas en la literatura. Este tipo de ejercicios literarios nos sugieren ser el signo de un fantaseo por cambiar el orden de lo real. Con ellos, Perec otorga a la escritura el lugar de la potencia que puede cambiar los a prioris gramaticales que nos rigen y así intentar una nueva historia desde su razón formal. Con esta laboriosa y multifacética manera de crear, Perec nos coloca en el enigma de la escritura, y por lo tanto del tiempo: memoria y olvido. En este libro, Perec guarda como primer recuerdo una letra: un cuadrado abierto por la base y el lado izquierdo, el cual representa, o habría que decir significa en lengua hebrea la palabra gimmel. Perec abandona la seguridad de la definición cronológica; en algún momento de la historia que fabrica sostiene que “la precisión arruina el recuerdo, o en todo caso, el peso de una letra que no existía” y con esto invita a la indagación perceptiva del tiempo coagulado en la W/gimmel como eso que se recuerda en forma de un afecto que se inscribe de manera formal, como si el tiempo se proveyera del despliegue de esa letra que traza el dibujo de un recuerdo. Dicho de otro modo, la formalidad con la que Perec trata su recuerdo, es decir, la propia forma del dibujo de la W/gimmel, permite irradiar en su memoria la creatividad suficiente para pensarse en alguna historia y para ir des-letrando y deletreando su memoria. Perec sugiere una lectura à tâtons, tocando lugares de la memoria, trayéndolos de signos y rozando algún significado de lo que él dice que es un recuerdo improbable, de un tiempo irrevocable y detenido: “pero que fue también para que yo sea todavía.”

Aline Lavalle Henaro

Aline Lavalle Henaro, historiadora, maestra en filosofía y psicoanalista, tiene una investigación sobre la conformación del cuerpo, y las vías prácticas a las que recurre permiten poner en relación distintos lugares de la reflexión filosófica. Actualmente es doctorante por el colegio de saberes.