Blanqueada

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Mirada torcida, dislocada,
retorno de la muerte,
Ulises a caballo,
caballo en el torrente…
Eros negro resucita.

I

Tigre blanco malherido
llueve, cascada de sueños,
tormenta, sonríe…planta cara a la muerte
diente de furia…
clava miradas, escupe silencio
huye después del asesinato
misión cumplida…
huye…
el tigre no sabe,
no sabe que huir, es regresar al punto de partida,
una y otra vez.

II

Corte, ¿para qué sirve un corte?
carne, tiempo, amor
el corte abre
-lo abierto sangra-
o divide
o espacia, siempre drena
la carne del tiempo, siempre sorprende,
la carne: hay que cortarla con tajo sutil,
fina punta
fino filo,
no es recomendable hacerlo
ni con el corazón roto
ni con el alma despedazada
-ni el corte en la carne, ni en el tiempo desde el tiempo, ni en el amor-
el tiempo…
paciencia…
el tiempo te corta
el movimiento se invierte,
trozos de segundos, minutos, horas…divididos por el tajo veloz,
tiempo toma la navaja y la descarga
sobre tu estúpida existencia…
amor nos pone al filo de la navaja, danzamos descalzos
sangrando sin ver,
la navaja
que nosotros mismos
colocamos
para que el corte, fino, potente, fugaz, eterno…
degüelle
nuestro hilo fatal…nuestro hilo fetal,
poco a poco,
desde las plantas
hasta la coronilla…
[Sobre el corte:

  1. Supongamos por ejemplo, que cada corte organiza pedazos, tramos de tu vida originalmente hechos caos, o en el mejor de los casos, hechos olvidados, acontecimientos perdidos en la sinfonía inagotable del tiempo.
  2. Supongamos también, que, a pesar del punzar incómodo del dolor producido por el corte, una intervención freudiana de la navaja extirpa finalmente la cara mortífera de ese Jano bifronte, perro síntoma, llamado dolor.
  3. Por último, supongamos así mismo que un corte de navaja, es sólo un corte de navaja, y que todo lo anterior no tiene mayor relevancia que un gozoso quejido masoquista. ]

III

Entregado el cuerpo a los perros
hambrientos destellos,
destierro fantasma,
fantasma ácido transporta los restos
ansía la llegada,
horizonte distante nubla la esperanza
de llegar
a ningún lado
hacia ningún lugar
Otro cuerpo a los perros,
ya no hay entierro
prohibido hacer agujeros,
le dijeron:
prohibido encender la pira,
ni sepulcro ni ceniza.
farfullaron
los perros de la desesperación,
los perros
¡Sí, ellos!
Tienen hambre, de restos insepultos
de pudrición,
carne abyecta -lo saben-
alimenta el sin-fin del abismo de la historia…

IV

Sonreíamos como si fuese infinito
instante etéreo, gozoso, loco,
estabas, radiante diosa
que no sabía de mi miseria,
estabas radiante, Diosa
la carcajada duró eones
suspendió catástrofes,
apostilló cartas, envíos
dirigidos al tiempo,
diosa, fuiste la alegría inquebrantable del silencio
adoré todo, me perdí en ti,
en la bruma de tu encanto,
infinito acabó
apaleado corazón, vísceras vapuleadas,
te fuiste con tu silencio atronador
con la indiferencia del Olimpo,
con tu sonrisa de plata,
estabas radiante Diosa…

V

Los días duros regresan
después de la calma efímera
de anuncia la desconexión,
el horizonte es pleno,
los montes azules, las mesetas verde olivo,
las niñas gritan, alegres saltos
sonrisas de sol,
piruetas de azul eterno
hacia el infinito celeste, vuelan
en su castillo de cristal neumático,
Los niños patean la pelota interminable de los días…
…calma efímera, desconecte estúpido,
sustancias al torrente de la desesperación,
caída en seco,
madrazo en la nuca,
vomitando planetas,
asfixiado…
Y otra vez,
el regreso,
otra vez a explicar, otra vez la apología
¿qué fue lo que pasó?
…no lo sé (dice, siempre dice)
Estoy en blanco, otra vez;
los días duros regresan
una y otra vez
una y otra vez…

VI

Trenzas tu cabello,
recorrido sinuoso de miradas mudas
tu espalda me sonríe
piel mate
papel amate
el tiempo se fuga
en el movimiento, lento ritmo de tus brazos
dedos entrelazan ríos, tejen
tu perfil
carcajada sublime, silenciosa
me pierdo en ti, contigo
hipnotizado
morena tez atrapa
Infinito
la soledad de mis días

VII

Letargo triunfal, inoportuno,
lengua destrozada, palabras demolidas…
¿dónde estás?
ciudad escandalosa,
espanta, agobia, aniquila,
suelta las amarras,
los caballos se desbocan,
los caballos se suicidan,
de nada
para nada,
destruyen siempre sus pasos, desmembrada  mirada
emasculan,
ojos se pierden en el aullido-furia de la máquina
confían en él…
más que en él
siempre en él…

VIII

Ombligo de papel
humedezco lentamente,
la mancha líquida se extiende,
su vientre mirada
cíclope sublime
responde suavemente
al orgasmo del tiempo,
ombligo de papel
escribo sobre ti,
la tinta no alcanza, se esfuma
ombligo de papel absorbe,
la tinta extinta de mi trémula lengua.

IX

Timbre, resonancia infinita
ahoga y resucita
mi estúpida vagancia,
nómada ajeno que tu vida irrita
almizcle mortífero, pleno
te asfixia, te incita
gloria perdida, se dilata
pasos encontrados, perdidos…errancia del absurdo
en el pleno mar de tus ojos, me freno, me ahogo,
mi vida,
hora maldita.

X

Enterrado recuerdo
pervive
doloroso, placentero
destila destellos
de vida y muerte
secunda silencios
remueve
los huesos
que alucinados hablan
parábola insepulta
activa espectros…
Provee
miserable espera
dieta rigurosa de nada, para nada…

XI

El corazón es un trozo extraño
restos de tiempo
anclados al sístole y diástole
del derrumbe honroso
siempre
hacia ningún lugar,
ancla fantasma,
barco espectro
perdido en la marea eterna
del amor, gozne imposible
corazón, eres un trozo extraño -corazón , sus pausas, sus aceleraciones, el movimiento abrupto,  los sonidos, las temperaturas, las velocidades, todo me atrapa; corazón, un resto extraño, una clepsidra amorfa…-

XII

Ella sobrevive siempre, está de pie
Viva, y de pie
A pesar de los tiempos, sostiene el esqueleto que pide ayuda,
Ella acepta,
Siempre lo haría,
nunca lo haría, sin dudar…. acude, violenta, amorosa
al llamado
…llamado mudo
Ella abre su corazón, él no tiene nada que darle,
Ella se cansa de estar cuidando la noche
velando la muerte
sabe que sería bueno dormir
si tan sólo pudiera…
lamento en penumbras
Ella escucha todo el tiempo,
ya no tendría caso enloquecer
¿para qué? ¿para quién?
¿cómo enloquecer después de haber pasado la mirada por la masacre y seguir con los ojos en su lugar?
¿Cómo?
las palabras como un río desembocan en nada,
esqueleto se aferra, necio,
se pega a Ella,
mientras tanto el soliloquio continúa,
suspensión de la mirada,
ahogada en un tiempo
tiempo ido
ido y vuelto a su lugar
destierro,
soliloquio indiferente,
esqueleto sigue, persuadido
de su nada:
el acontecer eterno de Ella…
La muerte, que insiste.  

XIII  -Heroína-

Absorbo tu piel,
mastico lentamente tus huesos
espero la canción sagrada de tu llanto
…sin embargo
me separo de tu muerte, de mi muerte…
retorno
ausento al monstruo,
te penetro lentamente,
extasiada sonríes,
extasiado repaso con mi lengua,
la espesura de tu sexo,
hoy no es un buen día para morir…


[i] Agradecemos mucho a Antonio por compartirnos algunos fragmentos de su libro de poemas “Resonancias” (La Tinta del Silencio, CdMx, 2018). Invitamos a nuestros lectores a leerlos.

José Antonio Mejía Coria

Licenciatura en Psicología por la FES-Iztacala UNAM. Especialidad en clínica psicoanalítica Freud-Lacan por la Red Analítica Lacaniana. Maestría en Psicoanálisis y Cultura por la Escuela Libre de Psicología de Puebla. Doctorando en Saberes sobre subjetividad y violencia. Docente en la Carrera de Psicología de la FES Iztacala UNAM, adscrito al área de Psicoanálisis y Teoría Social. Miembro del proyecto de investigación Universidad, Sociedad y Acción Comunitaria (USAC) de la FES Iztacala-UNAM. Docente en seminarios sobre psicoanálisis, filosofía y biopolítica, entre los que destaca el seminario continuo sobre Teología, filosofía y psicología, sede FES-Iztacala, UNAM. Miembro fundador del Foro del Campo Lacaniano de México (FCLM). Ha publicado diversos textos ligados al psicoanálisis, poesía y filosofía. Practica el psicoanálisis en la Ciudad de México.