La forma en que Nietzsche comienza el texto[i] no sólo señala lo obvio que parece nuestro lugar en el planeta tierra, sino que pone de ejemplo el nivel de narcisismo en que podemos colocarnos, como “el centro del universo”, y al mismo tiempo, nos sesga del lugar “real” en que nos encontramos dentro del planeta para nuestra conservación. De tal forma que podemos decir que vivimos en el engaño, no sólo respecto al valor de nuestra existencia sino para nuestra supervivencia psíquica.
Creer en la inmortalidad y asirnos de una falsa promesa de posteridad, reencarnación y vida eterna, es una de las grandes mentiras que perduran mientras calme la angustia de pensar nuestra propia muerte. Así entonces, nos inventamos un propósito, un plan de vida para ocuparnos y no pensar sobre lo que deviene: la finitud.
Se puede entender entonces, la extrapolación de esta configuración previa de mentiras, que traspasa los límites y entornos del ser humano, hasta llegar al punto de “universalizarlo”, a través de lo que han nombrado ciencia, proponiendo métodos, instrumentos, leyes para obtener un supuesto conocimiento único y verdadero. El valor que le damos al conocimiento. ¿A caso está sobrevalorado? ¿De qué conocimiento estaremos hablando?
No damos posibilidad a aquello que se nos escapa de nuestros sentidos. Quizá algo parecido suceda con el “método científico” y creemos que eso que perciben nuestros sentidos (a través de instrumentos y demás elementos), nos conduce a la verdad unívoca y posiblemente equívoca. Luego entonces, aquello que nombramos como verdadero, tenemos que evidenciarlo, creerlo y sostenerlo.
La ficción como principal artefacto
Somos seres hechos de imágenes y sonidos, metáforas que nos inventamos y creemos fielmente para habitar este mundo, al que llamamos realidad. Sin estas “certezas”, quizá nos encontraríamos con ilusiones sin sentido. No podríamos soportar la angustia que genera la nada.
Estamos delegadas/os a mentir por consenso dentro de una sociedad, puede decirse entonces que aceptamos las mentiras más convenientes, aquellas que nos alejan del riesgo y del desastre. Llevamos las mentiras a cuestas.
Dado que nunca alcanzaremos “La cosa en sí”, nuestro cúmulo de ficciones están justificadas a conveniencia personal o común. ¿Estas mentiras han cambiado a lo largo de la historia humana? ¿Hasta dónde podrán ser sostenidas?
Entropía
La propuesta de Nietzsche me hizo pensar en el término Entropía, concepto ideado por la física, la cual hace referencia a la medida del desorden de un sistema. A partir del cual, dicho término se ha considerado en diferentes entornos sociales y ambientales. Para fines de este escrito, lo considero como esa percepción “incorrecta” de aquello considerado como desorden y del cual no se tiene control. Como diría Nietzsche: “La percepción correcta es un absurdo lleno de contradicciones”. La ficción está en que se puede intervenir de tal o cual forma para que los objetos o ciertos elementos se mantengan en aquel lugar que se considera oportuno, logrando así, en nuestro imaginario, un orden (aceptado y previamente establecido). Esa búsqueda de la conservación que mencionaba al inicio del escrito nos hace buscar un supuesto orden y equilibrio para subsistir.
¿De qué clase de mundo hablaremos, donde el ser humano no se vea obligado a mentir ni a dejarse llevar únicamente por los conceptos (impuestos por la sociedad)? ¿Qué forma tendrá ese encuentro, posiblemente innecesario de lenguaje? Puede que ocupe otros aditamentos e instrumentos. ¿Será acaso sólo la contemplación, aceptación del caos e incertidumbre, dicha convivencia con el entorno?
Esta lectura me deja reflexionando sobre la mentira que ahora me gustaría contarme y creer, con la esperanza de que, si tengo “un mañana”, puedo recurrir a otro artefacto, recurrir a la ficción para experimentar algo diferente, con la plena convicción de que al final la muerte es la única verdad que podré sostener.
Referencias y Bibliografía
[i] frederich Nietzsche, Sobre verdad y mentira en sentido extramoral, 2011.
Nietzsche, F. (2011). Sobre verdad y mentira en sentido extramoral. En F. Nietzsche, Obras Completas. Madrid: Tecnos.
Actualmente cursa la Maestría en Saberes sobre Subjetividad y Violencia en el Colegio de Saberes. Dedicada a la docencia y a la práctica psicoanalítica. Licenciada en Psicología por el Instituto Politécnico Nacional. Formación profesional en temas relacionados con la perspectiva de género, feminismos y psicoanálisis.