El reverso de algunas políticas públicas del sector salud. La medicalización, la enfermedad y la muerte.

María de los Ángeles Loera González

Una política pública es “un instrumento […] mediante el cual se pretende alcanzar desde el Estado, en forma sistemática y coherente, ciertos objetivos de interés para el bienestar de toda la sociedad”.[1] La efectividad de las políticas públicas está directamente relacionada con la toma de decisiones de los encargados, el contexto en el que se dan y de la evidencia en la que se fundamenta.[2] Asimismo de intereses  económicos.  Lo que revela que la vida, la salud, la enfermedad y la muerte están dominadas por la supremacía del poder sobre los cuerpos. El cuerpo humano entra en un mecanismo de poder, poder que circula a través del cuerpo social, funciona como una cadena y se ejerce a través de una organización compuesta como una trama en la que todos estamos inmersos.

Analicemos desde la mirada de las organizaciones de salud los conceptos de salud, y de enfermedad, cuyo soporte literal es el cuerpo humano. La salud es un estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.[3] La constitución de la Organización mundial de la salud OMS, organismo especializado en materia de salud de las Naciones Unidas fundada en 1948 declaró en conformidad con la carta de las naciones unidas, que el “goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano”. Señala “La salud es un principio básico para la felicidad, las relaciones armoniosas y la seguridad de todos los pueblos”.[4]  

El reverso de la salud, es la enfermedad, la OMS la define como una alteración o desviación del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifestada por síntomas y signos característicos, y cuya evolución es más o menos previsible.[5] En síntesis es todo “estado anormal” que puede afectar a la totalidad del organismo o sus partes e impide el funcionamiento “normal”.

La salud es el punto donde se entrecruzan la política y la vida, dando lugar a la biopolítica, que ordena jurídicamente la vida social humana; las circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan,  envejecen, y mueren, con todas las condiciones que las pueden hacer variar.

La biopolítica nos habla de las disciplinas del cuerpo y las regulaciones de la población que constituyen los dos polos alrededor de los cuales se desarrolló la organización del poder sobre la vida, la administración de los cuerpos y la gestión calculadora de la vida, imperante en la actualidad, con la  tecnología política contemporánea.[6] En la biopolítica no existe un poder externo a la vida, así como la vida no se da nunca fuera de las relaciones de poder. Un exceso en el cual la biopolítica invade la vida en su totalidad se convierte en biopoder. Menciona Foucault: “El biopoder es un elemento indispensable en el desarrollo del capitalismo; éste no pudo afirmarse sino al precio de la inserción controlada de los cuerpos en el aparato de producción y mediante un ajuste de los fenómenos de la población a los procesos económicos”.[7]

Las políticas de la salud administran la “producción de salud” vigilan que no sean más costosas de lo necesario, y que la salud originada no se valore menos de lo que cuesta. Por ejemplo: El gasto por problemas de obesidad en México en el 2010 fue de alrededor de 806 millones de dólares, también se analizaron posibles escenarios para los próximos años en los cuales ésta carga podría aumentar dramáticamente si las tendencias se mantienen, y estima los grandes beneficios económicos de reducciones de peso en la población, aun si estos son mínimos.[8] Una de las acciones prioritarias de las políticas de salud en México en materia de prevención, está dirigida a reducir la obesidad y sobrepeso. [9] ¿Un manejo de cuerpos? 

El cuerpo es el terreno más inmediato para la relación entre política y vida, sólo en el cuerpo la vida está protegida, el cuerpo hace visible lo viviente, en la enfermedad y la muerte indica Espósito en Inmunitas Protección y negación de la vida: “Es la enfermedad –y la muerte- el cono de sombra dentro del que se recorta la ciencia de la vida”.[10]  

La biopolítica, al colocar el cuerpo en el centro de la política y a la posibilidad de la enfermedad en el centro del cuerpo, hace de la enfermedad un margen externo del que la vida debe tomar distancia, y por la otra el pliegue interno que la reduce a sí misma.[11]

Es decir la salud, la enfermedad, la vida y la muerte  están condicionadas a la acción o a la falta de acciones políticas. Las políticas públicas en el sector salud, junto con las de otros sectores, en teoría,  tienen un enorme potencial en lo que se refiere a garantizar la salud de las comunidades. El ser humano busca la salud. Salud que el médico tiene que garantizarle de acuerdo a las políticas de salud dictadas por las Organizaciones mundiales y nacionales como; la OMS y el Consejo de salubridad general en México, representantes del padre primitivo. Es la muerte del padre idealizado el que salvaguarda todas las organizaciones, el padre es el que detenta el poder, el que dicta las leyes, los decretos, las reglamentaciones etc., que regulan el funcionamiento de las organizaciones sociales. Las organizaciones sociales, las limitaciones éticas y la religión se fundan en el parricidio y la prohibición del incesto. Escuchemos a Freud en Tótem y tabú (1913) “[…] El banquete totémico, acaso la primera fiesta de la humanidad, sería la repetición y celebración recordatoria de aquella hazaña memorable y criminal con la cual tuvieron comienzo tantas cosas: las organizaciones sociales, las limitaciones éticas y la religión”.[12]  Las organizaciones sociales tienen sus raíces en la culpa compartida por el crimen cometido en común, con el parricidio el padre adquiere más fuerza. Introduce la ley, la autoridad, reglamenta el orden.

Tanto la OMS a nivel internacional como la Secretaría de Salud, en México cumplen la función del padre idealizado, son las responsables de establecer y conducir la política nacional en materia de salud, en los términos de las Leyes aplicables y de conformidad con lo dispuesto por el Ejecutivo Federal. [13]

La ley general de salud es un precepto dictado por una autoridad competente. La ley es una fuerza autorizada, una fuerza esencial para el ejercicio del derecho. La ley se establece, por un golpe de fuerza, que nos habla de violencia, de  la “fuerza de la ley”. La fuerza va junto con la Justicia, nos dice Derrida en el texto Fuerza de la Ley. El Fundamento místico de la autoridad: “Hay ciertamente leyes que no se aplican, pero no hay ley sin aplicabilidad, y no hay aplicabilidad, o enforceability de la ley, sin fuerza, sea ésta directa o no, física o simbólica, exterior o interior, brutal o sutilmente discursiva –o incluso hermenéutica–, coercitiva o regulativa, etc.”[14] La ley general de salud reglamenta el derecho a la protección de la salud que tiene toda persona. La  Ley General de Salud, se obedece, no porque sea justa, sino porque tiene autoridad, porque se cree en ella, como en un acto de fe, como un acto místico. Derrida, retoma las palabras de Montaigne: “Ahora bien, las leyes mantienen su crédito no porque sean justas sino porque son leyes. Es el fundamento místico de su autoridad, no tienen otro […]. El que las obedece porque son justas, no las obedece justamente por lo que debe obedecerlas.[15] El médico debe obedecer la ley, independientemente de que sea justa,  lo que repercute en la relación médico paciente. Las leyes y las políticas de salud, aprisionan el cuerpo humano,  los cuerpos tanto del médico como del enfermo entran en un mecanismo de poder, que es inevitable y subyace en todos los lazos sociales. El poder sobre los cuerpos ha estado y está presente en la cultura, las relaciones sociales, las laborales, en las familiares, en la ciencia etc. en las cuales el cuerpo entra a formar parte del campo dela dinámica del poder. El poder está dentro del hombre, podríamos decir que el hombre tiene dos posibilidades, ejercer el poder o padecerlo. Nos dice Foucault: “Hay que admitir en suma que este poder se ejerce más que se posee, que no es un privilegio adquirido o conservado de la clase dominante, sino el efecto de conjunto de sus posiciones estratégicas, efecto que se manifiesta y a veces acompaña la posición de aquellos que son dominados”.[16]

En la actualidad la medicina,  está dotada de un poder autoritario con funciones de normalización que van más allá de la existencia  de enfermedades y de la demanda del enfermo.[17] Cataloga a los individuos, mide sus capacidades, impone parámetros, traza la frontera entre lo normal y lo anormal. Foucault, menciona en La vida de los hombres infames ensayos sobre la desviación y dominación. (1996) “la medicina mediante los conceptos de normalidad y anormalidad ejerce el poder  sobre los individuos y las poblaciones”. “La medicina moderna, es una medicina social cuyo fundamento es una cierta metodología de la investigación del cuerpo social.[18]

El ser humano demanda la salud, una vida justa, ¿Qué sería una vida justa? “No se puede decir que “esto es justo” y mucho menos “yo soy justo”, sin que se traicione inmediatamente la justicia, cuando no el derecho”.[19] La justicia es la experiencia de lo imposible, una voluntad, un deseo, una exigencia de justicia,  una justa apelación a la justicia. [20] La justicia, para Derrida, está relacionada con la alteridad, ella debe entenderse como aquella fuerza externa a mí que me obliga a ser responsable, es decir, a responder, una voluntad, un deseo, una exigencia de justicia cuya estructura no fuera una experiencia de la aporía, no tendría ninguna posibilidad de ser lo que es, a saber una justa demanda a la justicia.[21]

Cuando la política encarcela la vida como objeto de intervención directa termina  por someter al ser humano al espejismo de una vida justa. En la Conferencia Internacional sobre atención primaria de salud de  Alma-Ata, se estableció que la atención primaria de la salud es la clave para alcanzar un nivel aceptable de salud para todos los habitantes del planeta con el lema “Salud para Todos”, una llamada a favor de la equidad y la justicia social.[22] La salud, está condicionada a determinantes sociales como; desigualdades económicas existentes entre países y, dentro de ellos, así como a la educación y la cultura. Sin duda el planteamiento  de la OMS, en relación a la equidad y la justicia social es una experiencia de lo imposible.

Podría decir que en éste tránsito de la vida y la salud individual, el cuerpo pasa a formar parte de una colectividad, de un cuerpo social, en el que la singularidad del sujeto se diluye, ya no se habla de enfermo, se habla de enfermedades, de número de casos y de las políticas que se deben implementar, para promover la salud, y prevenir enfermedades, que en ocasiones abren la puerta a la medicalización. 

La medicalización

El termino medicalización hace referencia a un proceso que se caracteriza por la función política de la medicina y por la extensión indefinida y sin límites de la intervención del saber médico. La medicalización es el proceso en el cual los problemas tradicionalmente considerados no médicos son definidos y tratados como problemas médicos. Denominada también iatrogénesis clínica, social y cultural o búsqueda patogénica de la salud, impuesta universalmente, y no originada desde las decisiones personales (1975).[23]

Las políticas públicas del sector salud que  prometen  la salud completa, se han convertido en un factor patógeno para la sociedad. El anhelo por lograr la “salud perfecta”, constantemente crea nuevas necesidades de atención médica. A medida de que se promueve el autocuidado de la salud, más gente manifiesta que tiene enfermedades reales o fantaseadas. En una negación de la condición humana, demandan que los avances de la medicina les garanticen la vida y los liberen de la enfermedad, el dolor y de la muerte, es decir del sufrimiento humano.

Medicalizar la vida es convertir un conflicto intersubjetivo, derivado de la vida cotidiana en un padecimiento médico originando falsas enfermedades, “la sociedad se estáenfermando de no enfermar”, de alguna manera los despoja de la vida y los incapacita para coexistir. En una encuesta realizada a iniciativa de la revista British Medical Journal en 2002 sobre las principales “no enfermedades” que han pasado al control del campo médico destacaron: envejecimiento, alteraciones capilares (calvicie y canas), fealdad, celulitis, resaca e infelicidad.[24] Tanto médicos como pacientes deniegan el costo del dolor de existir,  indica Freud en su escrito De guerra y muerte. Temas de actualidad (1915)”No hace falta ser un visionario compasivo; es posible reconocer la objetiva necesidad biológica y psicológica del sufrimiento en la economía de la vida humana”.[25]

La medicalización en el siglo XX, inicia en el año de 1942, con el plan Beverdige de organización estatal de políticas de salud  en Inglaterra, sirvió de modelo a la organización de la salud después de la segunda guerra mundial. Es un proyecto de seguridad social, universal, y formada sobre la base de una legislación social. En el que se consolida no el derecho a la vida,  sino el derecho a la salud. La salud ya no se reduce a la necesidad de conservar la fuerza física nacional como capacidad de trabajo y de guerra, como sucedía en los siglos  XVIII y XIX, en que el interés del Estado era garantizar la salud de los individuos para asegurar la fuerza física nacional.  Se formula un nuevo derecho, el derecho individual a la salud y a la enfermedad, estos derechos individuales se convierten en un problema del Estado. [26]  Lo que da lugar a una nueva economía y una nueva política del cuerpo. En las que se considera que la salud es un determinante clave del bienestar, el crecimiento económico y la pobreza de un país y por ende del Estado. Indica Freud en la Conferencia 20 (1917[1916-1917), La vida sexual de los seres humanos: “El motivo de la sociedad humana es, en su raíz última, económico; como no posee los medios de vida suficientes para mantener a sus miembros sin que trabajen, tiene que restringir su número y desviar sus energías de la práctica sexual para volcarlas al trabajo. Vale decir, el eterno apremio de la vida, que desde los tiempos primordiales continúa hasta el presente”.[27]

El Estado en un acto autoritario impone la medicina a los individuos,  domina no solo las enfermedades, sino la vida y la muerte. En esta transición en la que la salud pasa a ser responsabilidad del Estado la medicina se traslada fuera de su campo tradicional, se desvanece la relación médico-paciente, que es el eje, del quehacer médico, un acuerdo de confianza en donde médico y enfermo unen sus fuerzas para combatir el dolor, la enfermedad y la muerte.

La autoinmunidad en la política pública de promoción de la salud  

La Política Nacional de Salud es una estrategia enfocada a prevenir las enfermedades, promover la salud y procurar el bienestar de las familias mexicanas”.

La enfermedad, desde la lectura de Esposito actúa como un antígeno para la creación de los anticuerpos necesarios para inmunizarlo para proteger la vida, semejante a un proceso inmunitario, señala que a través del análisis de las estadísticas de los casos registrados de las diversas enfermedades que afectan a una población, se pueden llevar a cabo las políticas de protección a la salud y a la vida sin embargo, cuando se va más allá de un cierto umbral de protección, la inmunidad, se convierte en una amenaza para la salud como sucede con las reacciones adversas de algunas vacunas en determinados pacientes.

En relación a la autoinmunidad, Derrida hace un análisis del ataque sufrido a las torres gemelas en Nueva York el 11 de septiembre, lo considera como el inicio del síntoma de una crisis de autoinmunidad en la que están entremezcladas la política y la tecnología. Como si las decisiones de “dar muerte” se vuelven también en decisiones de “dar vida”, es decir proteger la vida negativamente. En algunas políticas, orientadas a “proteger la salud de la enfermedad” observamos un reverso, lo que “provocan es enfermedad y muerte”.

En este sentido el exceso inmunitario de algunas de políticas de salud, en su afán de promover la salud  puede provocar una enfermedad. Derrida se pregunta: “¿Por qué hablar así de autoinmunidad? ¿Por qué determinar de manera tan ambigua la amenaza, el peligro, el término, el fracaso, el encallamiento y la encalladura, pero también la salvación, el salvamento, la salud o la seguridad como otras tantas garantías diabólicamente auto-inmunitarias, virtualmente capaces no sólo de autodestruirse de un modo suicida, sino de volver así cierta pulsión de muerte contra el autos mismo? Es para situar la cuestión de la vida y del ser vivo, de la vida y de la muerte, de la vida-la-muerte, en el corazón de mis palabras”. [28] Podríamos decir que la autoinmunidad, desde este punto de vista está íntimamente relacionada con la pulsión de muerte,  la vida, es un largo rodeo hacia la muerte. Menciona Freud, en Mas allá del principio del placer (1920): “Si nos es lícito admitir como experiencia sin excepciones que todo lo vivo muere, regresa a lo inorgánico, por razones internas, no podemos decir otra cosa que esto: “La meta de toda vida es la muerte; y, retrospectivamente: Lo inanimado estuvo ahí antes que lo vivo.[29] Vivir para morir, el ser para la muerte del que nos habla Heidegger, su pensamiento gira alrededor de la existencia,  del Dasein, que es el ser del hombre, (ser-ahí) expresa literalmente el “ahí”, (da), en el que se manifiesta el ser (Sein).[30] El Dasein, es el ente que se pregunta, por su “ser”.  Está arrojado en el mundo; arrojado a sus posibilidades, es siempre inacabado e incompleto, pero precisamente por ello es posibilidad, apertura y proyecto, es devenir. El “ser” es el “ser”-en-el-mundo”, sumergido en el mundo, en medio de entes hablantes, que comparecen unos con otros. El Dasein antes que realidad es posibilidad, la posibilidad extrema, el final de la existencia, es la certeza sobre su propia muerte.[31] La muerte es una posibilidad del ser de la que el Dasein mismo tiene que hacerse cargo, es su poder ser más propio, inminente para sí. Es la posibilidad inherente de su estar existiendo en el mundo, es la posibilidad de no poder existir más.

Reverso de algunas  políticas del sector  salud

Para la prevención de la obesidad  en México se implementó la campaña Chécate, Mídete, Muévete para controlar la epidemia de obesidad. Esta política se limita al cuidado de la salud y la prevención de los riesgos. Es decir a la vigilancia y el control del cuerpo. Se difunde a través de diversos medios de comunicación. En la primera fase de la campaña intervienen cuatro protagonistas: la madre, el padre, la hija adolescente y el hijo. En una escena en casa, aparece la hija adolescente probándose un vestido en compañía de su madre, éste no le cierra, en este momento salta una voz en que exclama “¡Chécate!”. En otra escena, la hija tiene que escoger entre frutas o panadería, elige las frutas mientras la voz materna exclama en “¡Mídete!”. La historia continúa con la decisión de subir las escaleras del metro, excluyendo así las escaleras mecánicas. En esta ocasión la voz dice “¡Muévete!”.[32] Podríamos decir que en esta política se escuchan las voces del superyó desde la teoría de Freud, como lo veremos más adelante.

Por otra parte en México, cada año se registran cerca de 20 mil casos de anorexia (restrictiva) y bulimia (anorexia compulsiva). ¿Podría relacionarse, hasta cierto punto la campaña para prevenir la obesidad, que promueve la enfermedad para la proteger la salud, cuando la realidad, nos enfrenta que induce a la enfermedad y a la muerte, como hasta cierto punto sucedería en el incremento de los algunos de los casos registrados de anorexia y bulimia?

En la actualidad la anorexia nerviosa, tanto restrictiva como, bulímica, se ha convertido en una  nueva epidemia.  La anorexia nerviosa afecta principalmente a las mujeres de clase media y alta y puede ser leve (es transitoria) o grave (es duradera). Suele iniciarse a los 12 años de edad (primera adolescencia). Freud, en el caso de la historia de una neurosis infantil (el hombre de los lobos)  (1918 [1914]), señala: “Es sabido que en años muy posteriores, en niñas que se hallan en la época de la pubertad o poco después de esta, se presenta una neurosis que expresa la desautorización de lo sexual mediante una anorexia; es lícito vincularla con la fase oral de la vida sexual”.[33] Podríamos decir que la restricción alimentaria es la expresión de un intento de controlar lo que entra  y sale del cuerpo. La anorexia nerviosa de origen psíquico se caracteriza por una búsqueda incesante de la delgadez, un miedo persistente a la obesidad, la imagen corporal se percibe  distorsionada, se restringe la ingesta de alimentos, lo cual provoca una pérdida de peso significativa, amenorrea y constipación de alguna manera expresan temor de perder el control sobre su cuerpo o sobre los objetos del mundo. Consideran que la obesidad es poco atractiva y poco saludable y que la delgadez es el estereotipo social de belleza. Los enfermos de anorexia y/o  bulimia anhelan entre otras cosas, alcanzar el ideal de delgadez que se difunde en los medios de comunicación y las redes sociales, las modelos extremadamente delgadas son lo habitual, algunas incluso con cuerpos claramente anoréxicos.

Como hemos escuchado la delgadez se ha convertido en un ideal a seguir, ese ideal que el sujeto inconscientemente debería alcanzar, como ideal del yo, para cumplir el mandato del superyó, en este caso las políticas de la salud que funcionan como un subrogado de la autoridad del padre, o de ambos progenitores, introyectada en el yo. Menciona Freud, en Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis. La descomposición de la personalidad psíquica (1933) [l932]): “[…] una importante función que adjudicamos a ese superyó. Es también el portador del ideal del yo con el que el yo se mide, al que aspira alcanzar y cuya exigencia de una perfección cada vez más vasta se empeña en cumplir. El ideal del yo es el precipitado de la vieja representación de los progenitores, expresa la admiración por aquella perfección que el niño les atribuía en ese tiempo”.[34] En él ideal del yo confluyen las identificaciones con estos, implican una promesa que se debe de cumplir o un ideal que se debe alcanzar. Hacer algo en la vida para ser amado, es un mandato del superyó que sin duda está marcado por lo social; es imposible configurarse fuera de lo social.  Los ideales se establecen en función de los logros alcanzados, en el orgullo que estos proporcionan, son de naturaleza narcisista, representaciones de una posible perfección, de valores supremos; de rasgos culturales que están relacionados con las representaciones psíquicas, éticas y culturales de determinada época; son la vía regia para la socialización. Indica Freud, en el Yo y el ello (1923): “Los sentimientos sociales descansan en identificaciones con otros sobre el fundamento de un idéntico ideal del yo”.[35]

La influencia de las ideas culturales, enfatiza la delgadez, como un factor para alcanzar el éxito. En muchas empresas inclusive en las de seguridad social, rechazan a los candidatos de nuevo ingreso con sobrepeso.  Menciona Bourdieu “En el mundo crecientemente interconectado que propicia la globalización, en el que se generalizan y afianzan cada vez más las preocupaciones por la salud y por lo ecológico, al mismo tiempo que la publicidad y los medios de comunicación de masas suelen difundir planetariamente imágenes muy similares acerca del cuerpo ideal y del estilo de vida anhelable”.[36]

No es posible considerar que la política de prevención de la obesidad en México es la causante del incremento de los casos de anorexia y bulimia, sin embargo es un factor de riesgo desencadénate en algunos casos. Las causas del padecimiento son multifactoriales y deben estudiarse tanto desde la mirada médica del cuerpo orgánico, es decir el organismo y la escucha de la singularidad del sujeto.

Otro reverso de las políticas de salud es la que promueve la OMS en la lucha contra el cáncer de mama.[37] Para cumplir con los objetivos del programa se lleva a cabo la detección precoz del cáncer de mama, a través de la mastografía que se realizan a mujeres sanas. Hace unos meses en la ciudad de México, se llevaron a cabo las Jornadas de mastografías gratuitas con el lema “La detección del cáncer de mama, puede salvar tu vida”. [38]

Sin embargo estos estudios colectivos que se realizan en mujeres sanas tienen efectos adversos, en un estudio realizado por la organización Cochrane documentó que de dos mil mujeres sanas, que se realizaron la mastografía,   diez mujeres sanas se diagnostican como enfermas de cáncer de mama y serán tratadas innecesariamente. Estas mujeres llegarán a sufrir la extirpación de una parte o la totalidad de su mama, muchas de ellas recibirán radioterapia y algunas de ellas quimioterapia.[39] Por otro lado se estima que doscientas  mujeres sanas serán afectadas por una falsa alarma, generando la incertidumbre entre saber si tienen o no cáncer. El cribado a través de la mastografía favorece los sobre-diagnósticos y los sobre-tratamientos, con los que lejos de conservar la salud, la perjudican.[40] Las políticas de salud en éste rubro convierten a las mujeres sanas en enfermas una vez más, ya no estamos hablando de promoción de la salud, sino de promoción de la enfermedad. Relacionados indudablemente con el Estado soberano, el poder de la bestia, mencionado por Hobbes como el Leviatán,  una especie de robot, de monstruo animal que en la figura del hombre, o de hombre en la figura del monstro animal, es más fuerte, que el hombre natural, objetivando al ser vivo. El Estado, es una máquina muerta, una máquina de muerte, con la máscara del ser vivo.[41] El discurso de la política “La detección del cáncer de mama, puede salvar tu vida”, y sus acciones políticas, están relacionadas con la fábula narran un simulacro, cuentan la historia de que “la mastografía en mujeres sanas puede salvarles la vida”, lo que implica “dar saber” allí donde no se sabe, es decir “hacer saber”, dar parte de un saber, administra una lección moral y conduce al conocimiento, y en algunos casos conduce a la enfermedad y la muerte.[42]

Un ejemplo más del reverso de las políticas de salud, es la campaña contra el tabaco, si bien se ha disminuido el consumo de cigarrillos en adultos, se ha incrementado el uso de los cigarros electrónicos. Los cigarros electrónicos se comercializan y promocionan como una opción menos dañina que el tabaco, como una forma para dejar de fumar e incluso como una manera “saludable” de fumar.[43] La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió un informe para exhortar a los países en la necesidad de prohibir el uso de los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (nombre científico para los cigarros electrónicos, en el documento, la OMS muestra su preocupación por el aumento en el uso de estos dispositivos que administran nicotina, una sustancia altamente adictiva, pero sin usar tabaco y que no producen humo sino vapor, un vapor tóxico, con diversas sustancias tóxicas y compuestos carcinógenos. 

Por otra parte las políticas de salud contemplan el factor económico, “esa cosa abstracta llamada dinero, destinada a adquirir todas las demás, sino también ejercer un dominio”. [44] La salud es una mercancía para los proveedores del mercado de la salud, se ha convertido en un valor de cambio, se ha convertido en el escenario idóneo para la producción de capital en algunos sectores. Sin duda la incidencia de las “no enfermedades orgánicas”, que padecen los individuos, favorecen el incremento de la comercialización de productos ya sea con fines estéticos, como para aliviar molestias fisiológicas propias de cada etapa de la vida, como la menopausia, la disfunción eréctil o el envejecimiento, entre otros. Se habla de nuevas “no enfermedades”, como; el síndrome pre y postvacacional, que no son enfermedades son  procesos de readaptación al medio social, “los no enfermos” acuden al médico con síntomas leves, propios de la naturaleza humana como: desesperanza y/o pesimismo, sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad, o vacío; sentimientos de culpa, de agresividad, etc. Los médicos “no profesionales” los catalogan como un síndrome de depresión, les prescriben antidepresivos, con los que les prometen la felicidad, sin tomar en cuenta los graves riesgos, como los pensamientos suicidas. Olvidan que el sufrimiento es una condición humana.

Nos dice Freud: “Los seres humanos estamos expuestos al sufrimiento desde tres lugares: el propio cuerpo prisionero de la angustia y el dolor, que son señales de alarma, de su destrucción. Desde el mundo exterior; las fuerzas catastróficas de la naturaleza. Y por último los vínculos con otros seres humanos.” [45]

Con la prescripción de los antidepresivos en forma indiscriminada, se lleva a cabo la  operación del pharmakon representa un intento de cancelación tóxica del dolor. Escuchemos a Poulichet S.(1996), en La obra del tiempo en psicoanálisis: […] la operación del pharmakon se emparienta con una tentativa de curación por el mal que, según Jean Starobinski, “vuelve al mal contra sí mismo” cuando “llega un momento en que el mal es de tal índole que las causas que lo engendraron son necesarias para impedirlo…”.[46] De manera semejante a lo que se ha realizado con algunas políticas del sector salud.

En relación a que la salud es un principio básico para alcanzar la felicidad, las relaciones armoniosas y la seguridad de todos los pueblos como lo indica la OMS, pienso que los médicos, los “no enfermos” y enfermos  desconocen que la felicidad, nos dice Nietzsche en Aurora:“A un individuo que persigue la felicidad no hay que darle preceptos acerca del caminoque conduce a ella, ya que la felicidad individual se produce según leyes que nadie conoce, y los preceptos externos no pueden hacer nada más  que impedirla o dificultarla”.[47]

Algunos médicos prescriben estudios de gabinete y laboratorio de manera injustificada. En algunos casos es más fácil para algunos médicos someter el cuerpo humano a pruebas diagnósticas, que pudieran poner en riesgo la salud y la vida.  Podríamos decir que la relación médico-paciente en estos casos está viciada por la medicalización de la vida diaria, sujeta a principalmente a intereses económicos y políticos.

Otra manera de comercializar con la salud, son las investigaciones en las que se realizan ensayos clínicos es decir en seres humanos para probar la eficacia de nuevos tratamientos, los participantes seleccionados para dichos estudios reciben un pago. La compensación en los ensayos clínicos;  una compensación económica u otros beneficios por su participación en el ensayo clínico y otra remuneración en el caso de daño por alguna complicación derivada del ensayo clínico.[48] Tanto médicos como participantes han convertido la salud en una mercancía,  en un valor de cambio. El Capitalismo convierte al ser humano  en una mercancía: lo aliena, le quita su dignidad y lo convierte en un puro valor económico.

La medicina moderna está encaminada a conglomerar al sujeto en una masa, el sujeto no nace social, se hace y paga con la alienación su costo. No hay una pulsión social, lo que existe en la masa son lazos libidinales, vínculos de amor que es la esencia del alma del grupo, pulsiones eróticas, que tienden a la unión, cada individuo, por amor, renuncia a su particularidad para integrarse al grupo. Los vínculos afectivos están ocultos detrás de la pantalla de la sugestión.[49] Escuchemos a Freud en Psicología de las masas y análisis del yo” (1921): La masa se mantiene cohesionada en virtud de algún poder. ¿Y a qué poder podría adscribirse ese logro más que al Eros, que lo cohesiona todo en el mundo? En segundo lugar, si el individuo resigna su peculiaridad en la masa y se deja sugerir por los otros, recibimos la impresión de que lo hace porque siente la necesidad de estar de acuerdo con ellos, y no de oponérseles; quizás, entonces, “por amor de ellos”.[50] El médico, por influencia de la masa experimenta una alteración profunda en su actividad anímica, ocurre un incremento del afecto e inhibición del pensamiento. El sujeto es un miembro de la masa de cualquier grupo organizado, ya sea religioso, político, o institucional. El médico cede su singularidad a la masa, se deja sugerir por otros, siente la necesidad de estar de acuerdo con ellos y no de oponérseles. Tiene el mandato de someterse al poder del soberano, debe acatar los mandatos de la ley. En México, los médicos estamos gobernados por varias instancias legales. [51]

Los médicos que se prestan a comercializar con la vida y la salud de un ser humano no cumplen con los principios de la ética médica, consignada en el tratado Hipocrático (Corpus Hippocraticum); favorecer y no perjudicar habla de la  prudencia terapéutica del médico.[52] Asimismo, no cumplen con su deber,  como  médicos. “Una acción hecha por deber tiene su valor moral, no en el propósito que por medio de ella se quiera alcanzar, sino en la máxima por la cual ha sido resuelta”. [53] Es decir el cimiento de la moralidad es, el deber por el deber mismo. Una condición indispensable para que el hombre se conduzca por deber, es la autonomía de la libertad humana, el hombre debe actuar por sí mismo, de acuerdo con el deber derivado de su propia razón, sin aceptar coacciones o motivaciones externas. La voluntad del ser racional, debe considerarse a sí misma libre, [54] nos dice Kant: “la  libertad como propiedad de la voluntad de los seres racionales debe ser presupuesta” [55]  es decir permite al hombre elegir nada más lo que la razón, independientemente de la inclinación, de sus deseos, reconoce como necesarios, es decir, optar por el bien.

Para concluir: Me apropio de las palabras de Nietzsche: “Espero todavía que un médico filosófico, en el sentido excepcional -uno al que le incumba dilucidar el problema de la salud colectiva del pueblo, época, raza y humanidad- tendrá algún día la valentía de llevar al extremo mí sospecha y aventurar la tesis de que un filosofar nunca ha tratado de la “verdad”, sino de algo muy diferente, digamos, de salud, porvenir, crecimiento, poder, vida…. “[56]

Cada uno quiere ser el primero en ese futuro ¡y sin embargo, la muerte y el silencio de muerte es lo único seguro y común a todos en ese futuro! ¡Cuán extraño es que esta única seguridad no ejerza casi ningún poder sobre los hombres, y que sea tanta la distancia que los aleja de sentirse partes de la hermandad de la muerte! [57]


[1] Lemieux-Charles L, Champagne F. Using knowledge and evidence in health care, Lavis JNA political science perspective on evidence-based decision making. 2004:70-85.

[2] Enrique Ruelas, Juan Gabriel Gay.Políticas públicas, estructuras del Estado y defensa del derecho a la protección de la salud. Salud pública Méx., vol.50  supl.3 Cuernavaca, 2008.

[3] OMS disponible en internet pág: http://www.who.int/about/who-we-are/es.

[4] Constitución de la organización mundial de la salud, disponible en internet,pag:

https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/1/377/14.pdf

[5] OMS disponible en internet pág: http://www.who.int/about/who-we-are/es.

[6] Michel Foucault, La voluntad de saber, en Historia de la sexualidad, ed.siglo XXI, México 2002 pp.168-169.

[7] Michel Foucault, Derecho de muerte y poder sobre la vida. La voluntad de saber en Historia de la sexualidad., vol.4. Ed. Siglo XXI, Argentina 1977, p.170.

[8] Rtveladze K, Marsh T, Barquera S, et al.,Obesity prevalence in Mexico: impact on health and economic burden, Jan;17(1):233-9. 

[9]  Disponible en Internet: https://www.gob.mx/presidencia/articulos/politica-nacional-de-salud.

[10] Roberto Esposito, Immunitas Protección y negación de la vida, Ed.Amorroutu Buenos Aires,2009,p.26.

[11] Roberto Esposito, Immunitas Protección y negación de la vida, Ed.Amorroutu Buenos Aires, 2009, p.26.

[12] Sigmund Freud, “Tótem y Tabú” (1913), en Sigmund Freud, obras completas, Ed. Amorrortu, Argentina 1992.p.144.

[13]SSA http://www.salud.gob.mx/cnts/pdfs/LEY_GENERAL_DE_SALUD.

[14] Jaques Derrida, “Fuerza de la Ley”. El «fundamento místico de la autoridad», Ed.Tecnos,  Madrid. 2008, p.16.

[15] Ibidem, p 29

[16] Michel Foucault, Vigilar y castigar, nacimiento de la prisión , Ed. Siglo XXI ,  Argentina,2002,p. 25.

[17] Eduardo Castro, Diccionario Foucault, Ed. siglo XXI, México, 2011, p.273.

[18]  Michel  Foucault, La vida de los hombres infames ensayos sobre la desviación y dominación. Ed. Altamira. Argentina 1996,p.56.

[19] Op. cit., Derrida, p.25.

[20] ibid., p.39

[21] ibid., p.39

[22] OMS, https://www.who.int/dg/20080915/es/

[23] Pablo Izasa, Glosario de epidemiologia, pág.: http://www.academiamedicina.

[24] Ramón Orueta, Coral Santos, Enrique González H.et al. Medicalización de la vida. Rev Clin Med Fam vol.4 no.2 Albacete jun.2011.

[25] Sigmund Freud, “De guerra y de muerte” (1915), en  Sigmund  Freud, obras completas  Ed. Amorrortu,  Argentina, 1992, vol. XIV, p.273.

[26] Michel Foucault. La vida de los hombres infames ensayos sobre la desviación y dominación. Ed. Altamira. Argentina 1996.p.43.

[27] Sigmund Freud, Conferencia 20 “La vida sexual de los seres humanos” (1917[1916-1917), en  Sigmund  Freud, obras completas  Ed. Amorrortu,  Argentina, 1992, vol. XVI, p. 284-5.

[28] Jacques Derrida, El mundo por las luces por venir, en Canallas, dos ensayos sobre la razón. Ed. Trotta, Madrid 2005 p.150.

[29] Sigmund Freud, “Más allá del principio del placer” (1920), en  Sigmund  Freud, obras completas  Ed. Amorrortu,  Argentina, 1992, vol. XVIII, 38.

[30] Martin Heidegger El concepto de tiempo. (1924) Ed. Trotta S.A. Madrid, 1999.p.26

[31] Ibíd,.p.43

[32] Roberto Sánchez, Revista Electrónica en Iberoamérica Especializada en Comunicación, pag. http://revistas.comunicacionudlh.edu.

[33] Sigmund Freud, “De la historia de una neurosis infantil (el hombre de los lobos)”  (1918 [1914]), en  Sigmund Freud, obras completas, Ed. Amorrortu,   Argentina, 1992, vol. XV II, p.97.

[34] Sigmund Freud, “Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis. La descomposición de la personalidad psíquica”(1933) [l932]), en  Sigmund Freud, obras completas, Ed. Amorrortu,  Argentina,1992, vol. XXII.p. 60.

[35] Sigmund Freud, “El yo y el ello” (1923), en  Sigmund Freud, obras completas, Ed. Amorrortu,  Argentina, 1992, vol. XIX p.38.

[36] Citado por Francisco Entrena Durán, Globalización, identidad social y hábitos alimentarios, Rev. Ciencias Sociales 119: 27-38 / 2008.

[37] OMS, Organización mundial de la salud. https://www.who.int/topics/cancer/breastcancer.

[38] Inmujeres, https://www.inmujeres.cdmx.gob.mx/servicios/servicio/mastografias.

[39] Cochrane, https://nordic.cochrane.org/la-mamografia.

[40] Nieves Ascunce E., Cribado: ¿para qué y cómo? Anales Sis. San Navarra vol.38 no.1 Pamplona ene./abr. 2015

[41] Jacques Derrida, Primera sesión, 12 de diciembre de 2001. En Seminario la bestia y el soberano.Ed.Manatial, Argentina.2002,p.49

[42] ibid.,p.59

[43] Instituto Nacional de Salud Pública, Cigarros electrónicos un:vapor tóxico,https://www.insp.mx/

[44] Roberto Esposito, Immunitas Protección y negación de la vida, Ed.Amorroutu Buenos Aires,2009.p.40.

[45] Sigmund Freud, “Tótem y Tabú” (1913), en Sigmund Freud, obras completas, Ed. Amorrortu, Argentina 1992.p.76

[46] Sylvie Le Poulichet, La obra el tiempo en psicoanálisis, Ed.Amorrortu, Argentina 1996.pp.151-152.

[47] Frederick Nietzsche, Aurora (1881), Ed.M.E. Editores, España 1994.p.98.

[48] Academia Europea de Pacientes https://www.eupati.eu/es/desarrollo-y-ensayos-clinicos/compensacion-en-los-ensayos-clinicos/

[49] Freud S., “Psicología de las masas y análisis del yo ” (1921), en  Sigmund Freud, obras completas, Ed. Amorrortu,  Argentina,1992, vol. XVIII .p.87

* {«Ihnen zuliebe»: Es Freud mismo quien entrecomilla este giro, sugiriendo, además de su interpretación usual («por causa de»), otra en que se otorgue pleno valor a la palabra «amor» (o .sea, que el individuo lo hace «movido por el amor».}

[50] Ibíd., Freud S., “Psicología de las masas y análisis del yo”.p.88.

[51] Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión “Reglamento de la Ley general de salud en materia de prestación de servicios de atención médica”. Última Reforma DOF 24-03-2014. Disponible en Internet pag. http://www.diputados.gob.mx, consultado 12-05.2016

[52] Pedro Laín E, Historia de la relación médico enfermo, Ed.Rev.Occidente. Madrid.p.49.

[52] Ibíd.,p.82.

[53] Immanuel Kant, Critica de la razón práctica, Buenos Aires, Biblioteca de Obras completas del pensamiento, 2007, p.122.

[54] Immanuel Kant, Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres,  México, Planeta Mexicana, S.A. de C.V. 2017.p.136.

[55] Ibíd., p.39.

[56] Friedrich Nietzsche, La gaya ciencia. Ed.Fontamara,S.A.México 2010.p.52.

[57] Friedrich Nietzsche, La gaya ciencia. Ed.Fontamara,S.A.México 2010.p.52.

María de los Ángeles Loera González

Médico especialista en Medicina del Trabajo. Médico especialista en audiología, foniatría y trastornos del lenguaje y el aprendizaje. Certificada por ambos Consejos, Certificada como conservacionista de la audición por Council for accreditation in occupatinal hearing conservation. Maestría en Teoría Psicoanalítica, CIEP. Centro de investigaciones y estudios psicoanalíticos Maestría en Saberes sobre subjetividad y violencia. Colegio de Saberes Experiencia profesional: 20 años como Médico especialista en el Instituto Mexicano del Seguro Social. 10 años Audiologo laboral en la Coordinación de Salud en el Trabajo, Centro Médico Nacional IMSS Profesor asociado en la Maestría y el Diplomado de Salud el Trabajo en la Universidad Nacional Autónoma de México. Psicoanalista 17 años Estudiante del tercer semestre del doctorado en Saberes sobre Subjetividad y Violencia. Colegio de Saberes