EL NIEDERKOMMEN Un ejemplo de la compleja dinámica psíquica

Ana Laurencio Zarak Quintana

Niederkommen es una palabra alemana con varios y diversos significados, todos vinculados a su traducción más directa del alemán al español que remite al dejar caer. Entre ellos encontramos el acto de parir y el dejarse caer como metáfora del suicidio.[1] 

La palabra niederkommen fue empleada por Freud en una sola ocasión. La encontramos en una nota a pie de página dentro del texto Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina en la cual destaca lo siguiente: 

[Juego de palabras con «niederkommen-», que significa tanto «caer» como«parir». También en inglés el verbo «to fall», «caer», se utiliza coloquialmente en el sentido de quedar embarazada una mujer o parir.] — Todos los analistas están familiarizados desde hace tiempo con estas interpretaciones de los diversos métodos de suicidio como cumplimientos de deseos sexuales. (Envenenarse = quedar embarazada; ahogarse = dar a luz; atrojarse desde lo alto = parir.).[2]

En la nota al pie, Freud hace referencia al complejo análisis que intenta elaborar sobre el acto suicida de la joven homosexual[3]. En la tercera sección de su escrito plantea que hay varios motivos latentes detrás del intento de suicidio de Sidonie[4]. Va a explicar entonces que lo que la llevó a tirarse sobre las vías del ferrocarril metropolitano de Viena fue un entrecruce entre la mirada furiosa del padre que la ve por primera y única vez en compañía de la mujer amada por su hija y, a la vez, el rechazo de la misma dama encolerizada por el comentario de la joven sobre el encuentro con su progenitor. 

Sin embargo, Freud menciona también que esta explicación tan solo se reduce a una elaboración consciente del acto debido a que detrás del mismo se encuentra toda una lógica compleja relacionada con actualizaciones inconscientes. Plantea que: “El intento de suicidio fue, como cabía esperar, además de eso otras dos cosas: un cumplimiento de castigo (autopunición) y un cumplimiento de deseo”.[5]El cumplimiento de deseo sería el tener un hijo del padre (niederkommen), mientras que el cumplimiento de castigo se vería reflejado en los intensos deseos de muerte dirigidos hacia sus figuras parentales. El intento de quitarse la vida, se vincularía entonces a la búsqueda inconsciente de aniquilación de sus objetos amados (niederkommen). 

Niederkommen estalla en contradicción y potencialidad ya que, desde el psicoanálisis, podría pensarse como vida, potencia y mortalidad. El dejar caer de un recién nacido es la apertura hacia la vida que suelta a un ser para su propia muerte. El dejarse caer, como lo hizo Sidonie sobre las vías del tren, sería un acto mortal lleno de vitalidad. ¿No es acaso esta la paradoja del entramado pulsional? ¿Cómo se podría entender la complejidad del aparato psíquico en el análisis de este único termino? 

Con el apoyo de la metapsicología, este artículo busca estudiar la complejidad y profundidad del aparato psíquico a partir del análisis del niederkommen, vinculado al intento de suicidio de la joven homosexual.

I. DE LA METÁFORA CIENTÍFICA A LA METÁFORA DE ESCRITURACIÓN

Que yo sepa, nadie ha osado hasta ahora colegir la composiciónn del instrumento anímico porvía de esa descomposición.[6]

No olvidemos que, previo a sus trabajos con la histeria y al auge de sus descubrimientos, Freud pasó muchos años mirando a través de un microscopio, experiencia científica que tuvo un impacto determinante en sus primeros planteamientos. En 1900, al dar a conocer su innovadora conceptualización del inconsciente, nos invita a pensar el aparato psíquico mecánicamente, haciendo una analogía con aparatos ópticos: “…proponemos seguir esta sugerencia: imaginarnosel instrumento del que se valen las operaciones del alma como si fuera un microscopio compuesto, un aparato fotográfico, o algo semejante”.[7]Al referirse a una metáfora mecanicista, explica que uno podría intentar localizar topológicamente las operaciones psíquicas y comprender su complejidad a partir de la minuciosa descomposición de los singulares procesos que se pueden estudiar individualmente y, a la vez, en su conjunto dinámico. 

Pocos años después de sus planteamientos del cambio de siglo, Freud nombró el estudio teórico del aparato psíquico: la metapsicología. 

La metapsicología freudiana, en sus aspectos tópicos, dinámicos y económicos, nos brinda un amplio instrumental para comprender el aparato psíquico. Fue conceptualizada y utilizada por el padre del psicoanálisis para estudiar las profundidades del inconsciente y, principalmente, para responder a sus incógnitas clínicas. Pero más allá de estos fundamentos, como lo veremos en el presente artículo, la metapsicología brinda también la oportunidad de utilizarla como herramienta en la comprensión de diversas problemáticas: esto debido a que no solo describe la complejidad del inconsciente, sino que también nos brinda una extensa comprensión de los procesos que constituyen, marcan y movilizan la psique humana. 

            Según sus planteamientos metapsicológicos, el aparato psíquico está en un conflicto económico constante debido a la presencia activa de la represión. Desde el nacimiento se generaría un distanciamiento con la primera vivencia de satisfacción que llevará a que la economía psíquica se dirija al intento, siempre fallido, de reinvestidura de esa experiencia inaccesible. Es ahí donde Freud va a situar el deseo como un verdadero anhelo de sujeción de aquello que nunca pasó, ya que no quedó representado. La pulsión sexual se constituye entonces en ese imposible y, en consecuencia, la psique se confronta a una necesidad de crear nuevas vías de descarga pulsional. La represión secundaria va a permitir la delimitación de las instancias psíquicas y la elaboración de fantasías que, por su parte, revelan la existencia de una larga travesía libidinal y amortiguan la separación con el otro. 

            La idea de una metáfora de escritura para pensar el dinamismo psíquico se encuentra desde los primeros textos de Freud. El proyecto de psicología para neurólogos de 1895, aunque mecanicista por su visión neurofisiológica, puede ser leído también como una metáfora de escrituración psíquica. En este texto temprano, describe la constitución del aparato psíquico a través de los flujos o canales que se constituyen con las primeras experiencias que van dejando huellas y trazan los caminos de las futuras repeticiones sintomáticas. Hacia el final de su obra, en La pizarra mágica de 1924nos invita a considerar el psiquismo a partir de un artefacto infantil que, con sus múltiples capas, permite las inscripciones y relecturas de las huellas ya inscritas, reescrituraciones que encontró en el sensible y profundo discurso de cada uno de sus pacientes. 

            Freud constituye entonces todo un entramado de procesos que estudia minuciosamente en su singularidad y en su dinámica conjunta y conflictiva. La dialéctica entre las instancias (Icc, Pcc, Cc / Ello, Yo, Superyó), nos revela la primacía de la realidad psíquica y la complejidad de sus formaciones determinada por una gramática que se manifiesta a partir de las fantasías, los síntomas y los sueños.

II. EL NIEDERKOMMEN, UN EJEMPLO DE LA COMPLEJA DINÁMICA PSÍQUICA 

Este niederkommenes esencial a toda puesta en relación del sujeto con lo que es como objeto a.[8]

Lucien Farvard expone que el termino niederkommen: 

Tendría el carácter particular de decir algo con una pasividad activa que, por otra parte, muy bien puede implicar una apuesta (mise) cuando se trata del asunto, sin duda complejo, subjetivamente se entiende, de la puesta por lo bajo (mise en bas), de parir, pero no es menos apropiado, sin duda, para dar cuenta de la posición singular de esta “joven homosexual.[9]

            El niederkommen revela según Farvard, esta pasividad activa que podríamos considerar propia a los procesos psíquicos y a su relación con la represión.[10]Por otra parte, nos permite pensar en el funcionamiento de los deseos inconscientes y la primacía del principio del placer. Nos remite también, en su condensación significante, a estudiar las fantasías edípicas que sostienen el lugar y la dinámica del sujeto. A todo esto, se le podría adjudicar, por último, la importancia de tomar en cuenta la pulsión de muerte, concepto que estaba cercano a ser teorizado en la escritura de La psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina.[11]

            El intento de suicidio de la joven homosexual sucede como consecuencia a un acontecimiento que le fue insoportable. En las calles de Viena se encuentra con su padre mientras estaba en compañía de su amada. Al pasar cerca de su hija, el padre les arroja una mirada fúrica y la dama encolerizada, al escuchar que ese era su padre, le dice que nunca más le dirija la palabra, que diera lo suyo por terminado. La joven, en la desesperación frente al enojo del padre y el rechazo de su enamorada, quiso matarse. 

            Freud sitúa entonces el niederkommen entre la desolación y el desamparo marcados por aquel acontecimiento que hace caer toda una constitución fantasmática que sostenía a Sidonie en el mundo. ¿No es acaso este un momento desencadenante de la estructura? ¿Se podría pensar que la desestructuración remite a la desarticulación de las fantasías que sostienen la realidad psíquica del sujeto?[12]

Pareciera que con la caída de la escena, en el momento del doble rechazo, se genera una desorganización de su mundo psíquico, poniendo en evidencia la presencia excesiva del otro (auxiliar). La soberanía del prójimo se encuentra en Freud desde El proyecto de psicología, texto endonde plantea que el primer objeto auxiliador se muestra omnipotente frente al desvalimiento inicial de todo ser humano. La fantasía permite que se amortigüe la amenaza de desintegración vinculada a la omnipotencia de ese otro, no empero, al esta caer, el sujeto se confronta de nuevo con la angustiante vivencia de descomposición. Es aquí donde sitúa Lacan la frase sobre el niederkommen, mencionando que este mismo es esencial en la puesta en relación del sujeto con lo que es como objeto a.

            La interpretación de Freud y la idea de un desencadenamiento, en este caso neurótico, nos permite proponer que el acto en puede pensarse a partir de un dejar caer todo un entramado de representaciones inconscientes y conscientes que sostuvieron hasta entonces al sujeto desde el juicio de realidad. Esto se vería claro por ejemplo en la siguiente cita: 

…en cuanto autopunición, la acción de la muchacha nos certifica que había desarrollado en su inconsciente intensos deseos de muerte contra uno u otro de los miembros de la pareja parental. Quizá́ por afán de venganza contra el padre, que le perturbaba su amor, pero más probablemente, sin duda, contra la madre, cuando quedó embarazada del hermanito.[13]

            Violencia, culpa, anhelo y venganza serían representaciones reprimidas en Sidonie. ¿Acaso estas se vuelcan a lo consciente al caer de la fantasía? Podríamos pensar que el acontecimiento desencadenante remitió a una falla en la represión que, por su parte, vuelve más presente la necesidad de satisfacer las pulsiones a través del principio de placer. El juicio de realidad, sostenido por la represión secundaria, quedaría en consecuencia interrumpido. 

¿Qué es lo que psíquicamente permite que el sujeto se deje caer? ¿Qué se moviliza en este culminante acontecer psíquico? 

            Para comenzar a contestar esta pregunta podemos remitirnos a Duelo y melancolía de 1915: 

Desde hace mucho sabíamos que ningún neurótico registra propósitos de suicidio que no vuelva sobre sí mismo a partir del impulso de matar a otro, pero no comprendíamos el juego de fuerzas por el cual un propósito así pueda ponerse en obra. Ahora el análisis de la melancolía nos enseña que el yo sólo puede darse muerte si en virtud del retroceso de la investidura de objeto puede tratarse a sí mismo como un objeto, si le es permitido dirigir contra sí mismo esa hostilidad que recae sobre un objeto y subroga la reacción originaria del yo hacia objetos del mundo exterior.[14]

            El intento de suicidio de la joven homosexual revela esta agresión que rebota sobre si misma al retractar las investiduras libidinales que hasta entonces la sostenían. Sus intensos deseos de aniquilar a sus padres la llevan, a través del cumplimiento de deseo y de castigo, a tratarse como un objeto sobre el que recae su propia hostilidad. 

            Años después, Freud profundiza en este planteamiento al introducir la pulsión de muerte. En sus escritos referentes a la segunda tópica, explica la tendencia al suicidio mediante un proceso más elaborado. Lo que sería peligroso para el yo es la desintricación de las pulsiones, normalmente intrincadas. Cualquier transposición de la libido del objeto a la libido del yo provoca una desunión pulsional, una desexualización que libera la pulsión de muerte hacia una tendencia agresiva de destrucción. El superyó, que resulta de la identificación con los padres, se convierte en el reservorio de la pulsion de muerte que puede inclinarse hacia el yo. El sujeto se abandona consecuentemente a la ferocidad del superyó, luego, sintiéndose odiado y perseguido, despojarse de la investidura libidinal narcisista y finalmente dejarse morir.

            En su pasividad activa, pareciera que el niederkommen, explicito en el análisis del intento de suicida de la joven homosexual, expone el entramado pulsional sostenido por el anhelo de deseo que tiende hacia la muerte. No olvidemos que el objetivo primario de la pulsión es el retorno al estado cero de excitación, acción marcada por el nacimiento del principio de placer.

CONCLUSIÓN

            En el caso de Sidonie, su mundo subjetivo se sostenía sobre toda una económica basada en su realidad psíquica. Su edificio edípico, como lo vimos en todo el contenido expuesto, se revela en la puesta en escena de la elaboración fantasmática, vinculada desde luego con su vida pulsional y su respectivo entramado representativo. Cuando hay tal descarga de agresión debido a la caída de las investiduras, la pulsión de muerte se satisface a través del superyó punitivo.            Como lo expresa Freud, probablemente los motivos de suicidio de la joven homosexual son de múltiples índoles, alejados aún de nuestra capacidad de comprensión. Pero el complejo análisis que realiza en tan pocas páginas nos permite acercarnos un poco a la multidimensionalidad del aparato psíquico y a la complejidad de sus procesos. Podemos observar también con mayor claridad como el conjunto de las formaciones se encuentra determinado por los vínculos edípicos y su elaboración 

BIBLIOGRAFÍA 

ASSOUN, Paul-Laurent, “La metapsicología”. México: Siglo XXI.

CHAMIZO, Octavio, “Aproximaciones al problema metapsicológico de la fantasía y la conciencia” En Revista Espectros de psicoanálisis. Número 11. México: Siglo XXI. 

FARVARD,Lucien. “El Niederkommen, hacer vibrar armónicamente un sentido más allá”,en Revista Me cayó el veinte. Número 4. México: Epeel.

FREUD, Sigmund, 

____“Proyecto de psicología para neurólogos” Obras Completas. vol. I, Buenos Aires: Amorrortu.

____“Interpretación de los sueños” Obras Completas. vol. VI, Buenos Aires: Amorrortu.

____“Trabajos sobre metapsicología, y otras obras” Obras Completa. vol. XIV. Buenos Aires: Amorrortu.

____“Duelo y melancolía” Obras Completa. vol. XIV. Buenos Aires: Amorrortu.

____“Sobre la psicogénesis de una homosexualidad femenina” Obras Completa. vol. XVIII. Buenos Aires: Amorrortu.

____“El yo y el ello” Obras Completa. vol. XIX. Buenos Aires: Amorrortu.

LACAN, Jaques,

____Seminario 4: Las psicosis. Buenos Aires: Paidós.

____Seminario 10: La angustia. Buenos Aires: Paidós

MOREL, Geneviève. Le suicide est-il un act ? Eres: France.

RIEDER, I. y VOIGT, D. “Sidonie Csillag la “joven homosexual” de Freud”.Cuenco de plata / Ediciones Literales.



[1]El psicoanalista Lucien Farvard, en su artículo El Niederkommen, “hacer vibrar armónicamente un sentido más allá”, explica, al dialogar con especialistas de la lengua alemana, que la palabra Niederkommen es muy poco utilizada en alemán. Menciona que “El verbo Niederkommen, literalmente quiere decir “venir hacia abajo”, significa a la vez “caer (tomber) y “parir” (accouchar), “descender” (mettre bas).” 

[2]Sigmund Freud, Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina, en O.C., t. XVIII, Buenos Aires, Amorrortu, p. 155. 

[3]Así nombra a su paciente, quien estuvo en analisis con él durante poco tiempo a petición de los padres. El análisis del material clínico permitió a Freud avanzar en sus estudios sobre el Edipo femenino. 

[4]Sidone Csillag es el nombre empleado por Inés Rieder y Diana Voigot, mujeres que entrevistaron a “la joven homosexual” y escribieron una biografía sobre ella intitulada: Sidonie Csillag, “la joven homosexual” de Freud.Sidonie decide que su verdadero nombre quede en anonimato, pero se muestra animada con el seudónimo que se le otorga, mismo que esconde su verdadero nombre. 

[5]Ibidem.

Sigmund Freud, Interpretación de los Sueños,en O.C., cit, t. VI, p. 530 

[7]Ibíd., p. 529

[8]Jaques Lacan, La causa del deseo, en el Seminario sobre la angustia,Paidos Argentina,p.123

[9]Lucien Farvard. El Niederkommen, “hacer vibrar armónicamente un sentido más allá”, en la revista: Me cayó el veinte. Epeel, México. p.192

[10]La pasividad activa se podría pensar a detalle en relación a algunos destinos de la pulsión que encuentran una posibilidad de descarga en la pacificación del destino. Esto se vería con en la vuelta en lo contrario y la vuelta sobre la persona misma. Remitirse al texto Pulsiones y destinos de pulsión. 

[11]El texto de Freud profundiza en el complejo de Edipo femenino. A través del mismo podemos comprender la singularidad de la constitución psíquica que se manifiesta en la elección de objeto heterosexual o homosexual dependiendo de las dolorosas huellas que marcan la historia del sujeto. Con el ejemplo de la joven homosexual, podemos percatarnos de que el sujeto tiene toda la posibilidad de producir virajes psíquicos que modifiquen su posicionamiento frente al otro. Según el análisis de su material clínico, Freud explica que su paciente mostraba a los 13 años tendencias heterosexuales y fuertes deseos de ser madre (vinculados al deseo inconsciente de tener un hijo del padre). No empero, dichas mociones fueron sofocadas y mudadas hacia un interés sobreinvestido por mujeres maduras, movimiento justificado por Freud con el nacimiento de un hermanito. Algunos años más tarde conoce a la dama, a quien corteja de forma idealizada, siempre manteniendo el amor físico distanciado. La puesta en escena del encuentro entre las dos mujeres y el padre, nos permite entender que el complejo edípico revela todo un cimiento móvil de representaciones, investiduras, ideales y anhelos propios a cada sujeto.

[12]La fantasía es un tema central para entender la condensación característica del termino niederkommen y la multidimensionalidad de los aconteceres psíquicos. En el texto Lo inconsciente de 1915Freud plantea que “las fantasías nos confrontan a un problema tópico debido a que: “por una parte presentan una alta organización, están exentos de contradicción, han aprovechado todas las adquisiciones del sistema Ce y nuestro juicio los distinguiría apenas de las formaciones de este sistema. Por otra parte, son inconscientese insusceptiblesde devenir conscientes.” 

Las fantasías serian entonces formaciones del inconsciente que revelan todo un entramado gramatical móviles y plástico. Sigmund Freud, Lo inconsciente, en O.C., cit, t. XIV, p. 187

[13] Sigmund Freud, Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina, ibíd., p. 155

[14]Sigmund Freud, Duelo y melancolía, en O.C., XIV cit, t, p. 249

Ana Laurencio Zarak Quintana

Licenciada Summa Cum Laude en Psicología de la Universidad Iberoamericana. Estudió una maestría profesional en Clínica del Lazo Social en la Universidad Paris 7 Diderot en Paris, Francia y una segunda maestría de investigación, en la misma universidad, en Psicoanálisis y el Campo Social con especialidad en Clínica Del Cuerpo y Cultura. Tiene experiencia clínica en diferentes instituciones francesas donde trabajó con pacientes psiquiátricos, inmigrantes y refugiados políticos. Sus temas de interés giran alrededor del psicoanálisis, el cuerpo y la desviación social. Desde 2015 trabaja como docente en la Universidad Iberoamericana en donde imparte, entre otras materias, una práctica de intervención psicológica en el Centro Varonil de Rehabilitación Psicosocial. Por el momento se encuentra cursando su doctorado sobre violencia y subjetividad en el Colegio de Saberes y se dedica parcialmente al consultorio privado.